Trump y Biden se anotan triunfos pero faltan estados reñidos
Los centros de votación empezaron a cerrar en todo el país la noche del martes mientras el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden concluían una épica campaña que influirá en la manera como el país se enfrenta a una pandemia y a interrogantes básicas sobre la economía y la justicia racial.
La noche comenzó con triunfos predecibles para ambos candidatos. Trump se quedó con estados como Luisiana y Dakota del Norte, mientras que el botín de Biden incluye Nueva York y Virginia, que solía no tener clara preferencia política pero se ha convertido en bastión demócrata.
Los resultados eran todavía prematuros para declarar ganadores en una apretada contienda tanto en Florida como en Georgia y Pensilvania.
Los estadounidenses tomaron sus decisiones en momentos en que el país enfrenta una combinación de crisis históricas y mientras ambos candidatos se acusaban mutuamente de no ser aptos para enfrentar las adversidades. La vida diaria ha sido transformada por una pandemia que ha cobrado la vida de más de 232.000 estadounidenses y ha costado millones de empleos.
Millones de votantes dejaron de lado sus temores en torno al virus — y las largas filas — para votar en persona, uniendo sus voces a las de otros 102 millones de estadounidenses que lo hicieron días o semanas atrás, una cifra sin precedentes que equivale al 73% de la votación total para los comicios presidenciales de 2016.
Los resultados preliminares en varios estados reñidos llegaban en grandes números mientras las autoridades electorales procesan una cifra históricamente elevada de votos por correo. Por lo general, los demócratas tienen una mayor participación en votaciones por correo que los republicanos, mientras que el Partido Republicano aspira a compensar el margen con la participación presencial el martes. Eso significa que los márgenes prematuros entre candidatos podrían estar influenciados por el tipo de votación —anticipada o presencial— que reportan los estados.
Biden llegó a la jornada electoral con varias opciones para aspirar al triunfo, mientras que Trump, quien va rezagado en los sondeos en varios estados sin clara inclinación política, tiene una ruta menos clara pero aún factible hacia los 270 votos del Colegio Electoral.
También está en juego el control del Senado: los demócratas necesitaban sumar tres escaños en caso de que Biden gane los comicios para tener poder absoluto en Washington por primera vez en una década. Se prevé que la Cámara de Representantes conserve la mayoría demócrata.