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El huracán Eta amenaza con inundaciones a Centroamérica

Se esperaba que la tormenta pasara la semana recorriendo América Central y descargando grandes cantidades de agua.

Esta imagen satelital GeoColor tomada el lunes 2 de noviembre de 2020 a la 1 p.m. EDT y proporcionado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) muestra al huracán Eta en el Golfo de México acercándose a la frontera de Honduras y Nicaragua. (NOAA vía AP)

El peligroso huracán Eta se dirigía el martes hacia la costa caribeña de Nicaragua con vientos que podrían tener efectos devastadores, mientras los aguaceros asociados al sistema ya provocaban desbordamientos en ríos de Centroamérica.

El huracán de categoría 4 mostraba vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros (150 millas) por hora y el Centro Nacional de Huracanes advirtió de que podría ganar más fuerza y quizá alcanzar la categoría 5 antes de tocar tierra el martes. Su centro estaba 65 kilómetros (40 millas) al este de Puerto Cabezas, Nicaragua, antes de la 1 de la madrugada, y avanzaba hacia el oeste-suroeste a 9 km/h (6 mph).

Las autoridades en Nicaragua y Honduras evacuaron a habitantes de las islas exteriores y zonas bajas. La gente trató de asegurar sus casas, aunque pocas estructuras en la remota costa caribeña de Nicaragua estaban preparadas para resistir tanta fuerza.

El Ejército de Nicaragua movilizó tropas especializadas en búsqueda y rescate a Bilwi, la principal ciudad costera en una región por lo demás remota y poco poblada. La Marina pasó el lunes trasladando a habitantes de las islas a refugios en Bilwi, también conocida como Puerto Cabezas.

Más de 3.000 familias fueron evacuadas a refugios desde las zonas de mayor riesgo, según el gobierno.

En un refugio en Bilwi, el campesino Pedro Down esperaba el lunes por la noche a la llegada de Eta. “Cuando viene puede arrancar todo el zinc y destruir la casa, entonces uno tiene que buscar (...) más seguridad”, dijo, acunando un bebé en sus brazos. “Por eso vengo aquí, para salvar la vida.”

En una aparición en televisión el lunes, la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, rezó para pedir a Dios que protegiera al país. Afirmó que Nicaragua aplicaría las lecciones aprendidas en otras tormentas. “Cuántos huracanes nos han llegado y hemos salido adelante gracias a Dios”, dijo.

A lo largo de la costa norte de Honduras se desbordaron varios ríos el lunes por las lluvias torrenciales de las franjas exteriores de Eta, provocando evacuaciones.

Este podría ser sólo el principio de la destrucción de Eta. Se esperaba que la tormenta pasara la semana recorriendo América Central y descargando grandes cantidades de agua.

El centro y norte de Nicaragua, así como buena parte de Honduras, podrían recibir entre 380 y 635 milímetros (de 15 a 25 pulgadas) de lluvia, que podrían llegar a 890 milímetros (35 pulgadas) en algunos puntos. También se esperaban aguaceros en el este de Guatemala, el sur de Belize y Jamaica, según los meteorólogos.

La marejada ciclónica podría llevar el agua tierra adentro 4,5 metros (15 pies) más allá de las mareas normales en la costa de Nicaragua, según los expertos.

Las cantidades de lluvia provocaron comparaciones con el huracán Mitch de 1998, uno de los huracanes del Atlántico más mortales de la historia. Un reporte de archivo del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos estimaba que Mitch provocó la muerte de más de 9.000 personas.

Eta triplicó su fuerza en unas 24 horas, pasando con rapidez de ser una tormenta de 65km/h (40 mph) el domingo por la mañana a tener vientos de 190 km/h (120 mph) en torno al mediodía del lunes, y siguió ganando fuerza a lo largo del día.

Es el octavo sistema en esta temporada de tormentas del Atlántico que cumple la definición de intensificación rápida, un aumento de 56km/h (35 mph) en apenas 24 horas. También es la quinta en convertirse en un gran huracán. En las últimas dos décadas, los meteorólogos han expresado una creciente preocupación por las tormentas que cobran fuerza tan rápido.

Eta es la 28va tormenta de la temporada con nombre en el Atlántico, igualando el récord de 2005. Sin embargo, es la primera vez que se emplea el nombre de la letra griega eta porque en 2005 los meteorólogos concluyeron tras el final de la temporada que una tormenta que no fue bautizada debería haber recibido nombre.

Aún queda un mes de temporada de huracanes, hasta el 30 de noviembre. En 2005, la tormenta Zeta se formó a fines de diciembre.