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Trump y su batalla con los principios económicos del Partido Republicano

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habla durante un mitin de campaña en el Aeropuerto Internacional de Rochester el 30 de octubre de 2020 en Rochester, Minnesota. Getty Images vía AFP

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habla durante un mitin de campaña en el Aeropuerto Internacional de Rochester el 30 de octubre de 2020 en Rochester, Minnesota. Getty Images vía AFP

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Delphine Touitou | AFPWashington, Estados Unidos

El presidente estadounidense Donald Trump llevó al Partido Republicano a sacudir los cimientos de su pensamiento económico de una amplitud pocas veces vista. Ya sea por el de libre comercio, la inmigración o la ortodoxia fiscal, cambió la identidad del "Grand Old Party".

El mandatario "alejó al Partido Republicano de sus principios económicos, tales como el apoyo al libre comercio, los límites al gasto público y una intervención escasa del gobierno en la economía", resumió Eswar Prasad, economista y profesor en la Universidad de Cornell.

Desde hace casi cuatro años, Trump prefirió el proteccionismo al libre comercio, imponiendo aranceles punitivos a miles de millones de productos chinos y europeos.

¿Y el equilibrio fiscal? Quedó para 2035 en lugar de 2030, incluso antes de los megapaquetes de ayuda económica resueltos para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.

¿La deuda? A inicios de 2019 dijo que no era una preocupación porque había que fortalecer a las Fuerzas Armadas, y justificó así el vertiginoso incremento del pasivo.

Sin embargo en enero de 2013, el propio Trump fustigaba a su partido en Twitter: "No puedo creer que los republicanos aumenten el techo de endeudamiento. Soy republicano y me molesta mucho".

Poco antes, en 2012, criticó a Barack Obama por el déficit de las cuentas públicas. "Los déficits de @barackobama son los más altos de la historia de Estados Unidos. ¿Por qué lleva a nuestro país a la quiebra?", dijo en la misma red social.

Es algo "nunca visto en el pasado reciente", señaló Prasad. El Partido Republicano (GOP) parece haber "abandonado algunos de sus principios económicos fundamentales en beneficio de la promoción de su programa social y el recorte de impuestos, la desregulación y un corrimiento del sistema judicial hacia la derecha", explicó.

Sea cual sea el resultado de las elecciones del martes, Trump habrá cambiado por mucho tiempo "la sustancia y el tono del Partido Republicano", concluyó.

- "Pocas ideas" -

"El Partido Republicano no será nunca más lo que era antes" de la Presidencia de Trump, señaló Edward Alden, experto del Council on Foreign Affairs.

El mandatario tiene "una ideología particularmente confusa", señaló.

Para Geoffrey Gertz, experto de la Brookings Institution, el torpedear el libre comercio fue "probablemente la ruptura más clara de Trump con la política económica" republicana, aunque no tuvo el efecto esperado ya que el déficit comercial creció 22,8% entre 2016 y 2019.

Hubo además incontables comentarios y tomas de posición que no se tradujeron necesariamente en políticas, añadió.

Al presentarse como un opositor al liberalismo extremo en las finanzas, se colocó como el defensor de los afectados por la crisis de 2008.

El martes pasado en Wisconsin, durante un acto de campaña, Trump volvió a usar el mismo recurso tratando de desmarcarse de las élites políticas.

"Si no sueno como un político clásico de Washington, es porque no soy un político", dijo a sus partidarios. "¡Si no sigo las reglas del 'establishment' de Washington, es porque fui elegido para luchar por ustedes!", exclamó.

Pero detrás de estos mensajes populistas, "el Partido Republicano está escaso de ideas", señaló Alden, al destacar que el mandatario no presentó un programa económico para la elección 2020 mientras que su adversario demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, dispone de una hoja de ruta detallada.

Podrían pasar décadas hasta que el GOP reformule un "pensamiento económico coherente", según Alden.

"Es preferible para la democracia estadounidense contar con dos partidos competidores con ideas económicas bien distintas", concluyó.