EE.UU.

Tras una masacre, la retórica de Trump divide a El Paso en la frontera con México

Presidente de EE.UU Trump y la primera dama , Melania Trump, se van después de hablar durante un mitin "Make America Great Again". BRENDAN SMIALOWSKI

En El Paso, en la frontera texana con México, muchos acuden desde hace días a votar en las elecciones de Estados Unidos con el recuerdo de la masacre cometida por un extremista el año pasado contra la "invasión de hispanos"

En agosto de 2019, 23 personas fueron asesinadas a tiros por un hombre que condujo nueve horas desde la cercana Dallas hasta El Paso, cuya población es mayoritariamente hispana y donde la frontera con México está delimitada por el Río Grande.

Muchas de las víctimas eran hispanos o de origen latino, y algunos lugareños siguen convencidos de que el largo historial de insultos que el presidente Donald Trump lanzó contra los inmigrantes fomentó la agresión.

"Creo que él es racista. Creo que es muy racista contra los hispanos, dijo Leigh Smith, de 60 años, mientras hacía fila fuera de un colegio electoral.

"Cuando veo cómo ataca a los hispanos, simplemente me lastima", añadió la mujer hispana.

Trump, que busca un segundo mandato, llamó a los inmigrantes mexicanos "violadores" y traficantes de drogas durante su campaña electoral de 2016 y prometió construir un nuevo muro a lo largo de la frontera.

Durante su presidencia, ha aplicado mano dura contra la inmigración y ha sido acusado de imponer políticas que separan a las familias inmigrantes en la frontera e infligen crueles maltratos a los niños.

"Comenzó con la descripción de nuestra comunidad como asesinos y violadores y luego continuó con la denigración de los inmigrantes", dijo Sylvia Acosta, directora de la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes de El Paso (YWCA).

"Los niños (inmigrantes) eran mantenidos en jaulas donde se producían las separaciones familiares... Luego ocurrió el tiroteo, como si esa retórica hubiera alimentado a un ser humano que vino a nuestra comunidad a matar mexicanos", relató Acosta.

- El Paso se convulsiona -

El ataque estremeció a la ciudad que había sido calificada como una de las más seguras de Estados Unidos, y las secuelas del trauma podrían influir en los votantes mientras el republicano Trump batalla con su contrincante, el demócrata Joe Biden, para quedarse en la Casa Blanca.

"Un ataque violento como éste, contra latinos y mexicanos, dañó nuestra sensación de seguridad y definitivamente nos hizo sentir vulnerables", aseguró Marisa Limón, jefa del Hope Border Institute, una organización comunitaria que se centra en la migración.

"Eso se traduce en un alto número de personas votando y participando y tratando de levantar algún tipo de voz", consideró.

Las cifras de votación anticipada en el condado de El Paso son mucho mayores que las registradas en 2016, una tendencia que se observa en todo el país ya que muchos evitan votar el día de las elecciones, en parte debido a los temores sobre la pandemia de covid-19.

"Esperemos que el racismo cambie por completo. Esperemos que Joe Biden gane y que Donald Trump no vuelva a ganar", dijo el obrero de la construcción Juan Anchondo, de 52 años.

Trump ha moderado sus ataques antiinmigrantes durante la campaña de este año y se ha esforzado por atraer el voto hispano y latino, que podría ser crucial para lograr su reelección.

Y de hecho logra un fuerte apoyo en El Paso, cuyo alcalde es republicano.

"Estoy en contra del socialismo y ese es el propósito principal por el que fui a votar, y también estoy en contra del aborto", dijo Claudia Contreras Siller, una republicana de 32 años que trabaja en el sector de la salud.

"A los demócratas les lavan el cerebro porque ven muchas noticias muy tendenciosas que les dicen que el presidente es racista... pero sólo son mentiras", aseguró.

Trump ha negado que sus comentarios alimenten el racismo y la violencia, y dijo que la masacre de El Paso "no tuvo nada que ver" con él. En cambio, acusó a Biden y a los demócratas de buscar ganancias políticas con la masacre.

Elizabeth López, una leal partidaria de Trump de 71 años, dijo que apoyaba sus discursos y comprendía sus observaciones sobre los inmigrantes.

"No lo tomo como un insulto. Fue por los cárteles", dijo. "No se refería a todos en general".