Aguas residuales alertan de la presencia del coronavirus, avisa Reino Unido

Hacer un seguimiento de las aguas residuales puede predecir brotes de coronavirus en áreas en las que los ciudadanos no presentan síntomas, según los hallazgos de un programa liderado por el Gobierno británico.

El proyecto está detectando de forma exitosa trazas del virus en aguas residuales, proporcionando alertas tempranas con las que identificar brotes y compartir información con el sistema de detección y rastreo que ha puesto en marcha el servicio sanitario británico (NHS).

El programa, que se anunció el pasado junio, ha demostrado ahora que en esas aguas residuales pueden encontrarse fragmentos de material genético del virus, según se detalla en un comunicado oficial difundido hoy por el Ministerio de Medioambiente.

Esto permitiría conocer si una comunidad local o una institución está experimentando un repunte en el número de casos, además de proporcionar a los profesionales sanitarios una visión más clara de los índices de infección, particularmente para portadores asintomáticos y antes de que los individuos empiecen a mostrar síntomas de covid-19.

De esta manera, además, las autoridades locales pueden adoptar medidas para ralentizar la propagación del virus.

El proyecto ya ha funcionado en una zona del suroeste de Inglaterra, donde una muestra de las aguas residuales mostró que había un repunte en el material genético del virus pese al número relativamente bajo de personas que solicitaban someterse al test.

En ese caso, la información se pasó al NHS y al ayuntamiento local, que pudieron alertar a los profesionales sanitarios de la zona y contactar con los ciudadanos para alertarles del incremento en los casos.

Hasta la fecha se han estudiado más de 90 ubicaciones de aguas residuales en este país -aproximadamente un 22 % de la población en Inglaterra- y hay planes de expandir el proyecto en el futuro.

La Agencia de Medioambiente y el Centro conjunto de Bioseguridad (JBC) colaboran en el programa y encabeza un grupo nacional con el objetivo de asegurar la coordinación entre los gobiernos escocés, galés y proyectos académicos.

En la citada nota, el ministro británico de Medioambiente, George Eustice, tildó el programa de "significativo paso adelante" a la hora de proporcionar al Gobierno "una idea más clara de las tasas de infección tanto a nivel nacional como local, particularmente en áreas donde podría haber grandes números de personas que no están mostrando síntomas y, por ello, no están sometiéndose a test".

Remarcó que el sistema del NHS de detección y rastreo permite "emplear la ciencia para asegurar que las autoridades locales son alertadas y pueden adoptar medidas".

Por su parte, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, subrayó que "supervisar y someter a prueba las aguas residuales ofrece otra herramienta para ayudar a identificar brotes de manera temprana".