Dictan 275 años de cárcel a líder de la MS por varios delitos en El Salvador
Un corte especializada de El Salvador condenó a 275 años de prisión a un líder de la Mara Salvatrucha (MS13) procesado por varios delitos, informó este domingo la Fiscalía General de la República (FGR).
Según una portavoz del Ministerio Público, el pandillero Moisés de Jesús Aparicio afrontó un proceso penal junto a otros 11 miembros de esta estructura por los delitos de extorsión agravada, homicidio agravado, proposición, conspiración en el delito de homicidio agravado, tráfico ilícito, organizaciones terroristas y otros.
Indicó que la vista pública se desarrolló del 6 al 9 de octubre y que el fallo se produjo el pasado viernes.
Las penas más altas fueron impuestas a Aparicio, a Vicente Martínez Torres (198 años de cárcel), a Manuel Omar Valencia Mata (145 años) y a Luis Antonio Chavez Trejo (123 años), indicó la fuente.
La MS13, grupo al que Estados Unidos busca eliminar, y el Barrio 18 cuentan con unos 60.000 miembros distribuidos en más de 600 células a nivel nacional.
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.
De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen para América Central y el Caribe (UNODC-ROPAN), el dinero obtenido mediante amenazas de muerte es una de las principales fuentes de ingresos de las pandillas.
"La extorsión y el tráfico de drogas al menudeo, sobre todo de marihuana y, en una menor medida de cocaína y otros tipos de droga, continúan siendo las principales fuentes ingreso de las pandillas", dijo a Efe el experto de la UNODC Juan Gómez Hecht en julio pasado.
Añadió que, a raíz del confinamiento por la pandemia de la covid-19, las pandillas "se han visto impactadas en una disminución considerable" en esta fuente de financiación.
"Esta disminución era predecible al estar cerrados muchos de los negocios que extorsionaban y la disminución de la actividad económica del país", explicó Gómez.
No obstante, estas bandas "se están adaptando" a la llamada "nueva normalidad", de acuerdo con Gómez, al ingeniarse "nuevas formas de exigir y cobrar la extorsión".