Irlanda aplica nuevas restricciones, pero rechaza declarar la alerta máxima
Las últimas cifras oficiales publicadas hoy indican que no se registraron nuevos fallecimientos en las 24 horas anteriores
El Gobierno irlandés decidió hoy situar a todo el país en el nivel 3 del plan de convivencia con la COVID-19, desde el nivel dos actual, pero ha rechazado, por primera vez, la recomendación de los expertos sanitarios para elevarlo hasta el más alto, el cinco.
El Ejecutivo de coalición, formado por centristas, democristianos y verdes, ha tomado esa decisión después de reunirse con el jefe de los servicios médicos, Tony Holohan, y el Equipo de Emergencias de Salud Pública Nacional (NPHET), que asesoran a las autoridades sobre el coronavirus.
Los expertos pidieron este domingo al Gobierno un endurecimiento de la situación de "nueva normalidad" ante el aumento de casos durante la pasada semana, pero gran parte de la clase política y empresarial se ha mostrado extrañada porque el NPHET solo recomendó el pasado jueves, por ejemplo, reducir el número de visitantes a una casa particular y activar el nivel tres.
Al final, han primado los criterios económicos sobre la opinión de los asesores sanitarios, cuyas recomendaciones han sido rechazadas por el Ejecutivo por primera vez desde que comenzó la pandemia, recordó hoy la cadena pública RTE.
Las últimas cifras oficiales publicadas hoy indican que no se registraron nuevos fallecimientos en las 24 horas anteriores, lo que mantuvo el número de muertes en 1.810, aunque se detectaron 518 nuevos contagios, hasta un total de 38.549.
Asimismo, otros datos señalan que hay 150 pacientes diagnosticados y hospitalizados con la COVID-19, 21 de los cuales están en cuidados intensivos, mientras que otros 74 hospitalizados -15 de los cuales están en cuidados intensivos- presentan síntomas de la enfermedad pero no están confirmados.
En el pico de la crisis sanitaria, cuando todo el país estaba confinado, se llegó a 900 hospitalizados por coronavirus.
Con el nivel tres, que entrará en vigor el miércoles, el objetivo del Gobierno es mantener abiertas las escuelas y guarderías, minimizar la interrupción del mercado laboral trasladando ciertos servicios a plataformas "online", priorizar el teletrabajo y cerrar algunos negocios, como museos o recintos culturales.
También aplicará "restricciones adicionales" en pubs, cafeterías y restaurantes, que no podrán servir en su interior; prohibirá eventos celebrados en interiores -como conciertos-; limitará las bodas y funerales a 25 personas; y los servicios religiosos se retransmitirán por internet.
Solo habrá competiciones deportivas -sin público- para deportistas de élite y cada domicilio recibirá visitantes de una única unidad familiar.
El uso de las mascarillas seguirá siendo obligatorio en tiendas, recintos cerrados y en el transporte público, que reducirá su capacidad hasta el 50 %.
La población deberá permanecer dentro de sus respectivos condados, a menos que tenga que desplazarse para trabajar, estudiar o por "otros propósitos esenciales", mientras que se mantiene la recomendación de evitar los viajes internacionales.