Crisis política y tormenta agravan inseguridad alimentaria en Haití
Más de cuatro millones de personas sufren inseguridad alimentaria en Haití, según un análisis oficial publicado el viernes, mientras se prevé que la situación empeore por la crisis política y las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Laura.
Fabien Tallec, coordinador del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Haití, explica que "el 42% de la población haitiana necesita hoy en día asistencia alimentaria, incluido el 9% que se encuentra en la fase 4 de emergencia", el nivel que precede a la situación de hambruna según la clasificación utilizada por la ONU.
Las repentinas inundaciones causadas por el paso de la tormenta tropical Laura sobre Haití, el 23 de agosto, también empeoraron una temporada agrícola que ya estaba en peligro.
"El impacto es sobre todo en el sur, en términos de ganado arrastrado por las aguas, las plantaciones agrícolas, especialmente las bananeras, que se han visto severamente afectadas", explica Tallec.
Y el aumento de la inflación por encima del 25% y la intensificación de la crisis política no auguran ninguna mejora a medio plazo.
Se prevé que cerca de la mitad de los 11,2 millones de habitantes del país sufran de inseguridad alimentaria severa para marzo de 2021, incluyendo más de un millón en la fase de emergencia, según las proyecciones realizadas por las autoridades haitianas con apoyo de agencias de la ONU.
Haití se encuentra entre los 10 países del mundo donde el recrudecimiento de la inseguridad alimentaria es más fuerte, sin que exista situación de guerra ni conflictos vinculados a grupos terroristas o separatistas, especifica el PMA.
"El asunto del fondo Petrocaribe socava la situación socioeconómica desde hace años", analiza Tallec.
Creado por iniciativa del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, el programa Petrocaribe permitió a varios países de América Latina y el Caribe beneficiarse de préstamos bajo un mecanismo de entrega de petróleo en condiciones preferenciales.
Los seis gobiernos haitianos que se han sucedido desde 2008 lanzaron proyectos por inversiones de cerca de 2,000 millones de dólares sin preocuparse, en la mayoría de los casos, por los principios básicos de la gestión de fondos públicos, concluyó el Tribunal Superior de Cuentas en su auditoría completada en agosto de 2020.
"Si las garantías no son suficientes, es comprensible que el Banco Mundial y la Unión Europea se muestren reticentes a seguir invirtiendo en apoyo presupuestario", añade el coordinador del PMA en Haití.
"Recordamos también que ya no hay Parlamento, por lo que tenemos un sistema presidencial que avanza por decreto: esto ralentiza fuertemente el sistema democrático y no favorece la estabilidad económica del país", concluye Fabien Tallec.