Exfranquiciados de McDonald's demandan al grupo por discriminación racial

Unos cincuenta expropietarios de franquicias de McDonald's en Estados Unidos, todos ciudadanos negros, demandaron al grupo por discriminación racial por supuestamente haberles adjudicado locales con peor rendimiento que otros, acusación que el gigante de la comida rápida rechaza firmemente.

McDonald's "pone a los franquiciados negros en lugares condenados al fracaso, con bajos volúmenes de ventas y altos costos operativos, lo que continuamente resulta en menores ganancias o en pérdidas", dice la demanda presentada el lunes ante un tribunal de Illinois, donde tiene su sede la compañía.

La cadena de restaurantes de comida rápida, señala también el documento, "entorpece los esfuerzos de los franquiciados negros por desarrollarse" adquiriendo otros establecimientos, todo para "forzarlos a abandonar".

Esta "discriminación racial" conduce a una "brecha creciente" entre la tesorería generada por los franquiciados negros de McDonald's y los franquiciados blancos, afirman los demandantes.

Sus ventas anuales promediaron 2 millones de dólares por restaurante entre 2011 y 2016, en comparación con 2,7 millones de dólares para el conjunto de los propietarios de franquicias.

El resultado, lamentan, es que el número de propietarios de franquicias negros se ha reducido casi a la mitad en veinte años hasta caer a 182 franquiciados en 2020.

McDonald's niega las acusaciones.

"Confiamos en que los hechos mostrarán cuán comprometidos estamos con la diversidad y la igualdad de oportunidades dentro del sistema McDonald's, ya sea para nuestros franquiciados, nuestros proveedores o nuestros empleados", dijo el grupo en un mensaje enviado a AFP.

En un video dirigido a los empleados y proveedores, el gerente general del grupo, Chris Kempczinski, dijo que su intención es "investigar de cerca y objetivamente" el origen de tales acusaciones.

Tras examinar el caso, sin embargo, "no estamos de acuerdo con la demanda y pretendemos defendernos con firmeza", agregó.

La denuncia surge en un contexto complicado para el grupo.

En enero, dos ejecutivos interpusieron una demanda acusando a McDonald's de practicar "una discriminación racial intencional", incluso antes de que el movimiento Black Lives Matter sacara a la luz el tema de las desigualdades raciales en el mundo profesional.

La compañía también ha emprendido recientemente acciones legales contra su exjefe, despedido a fines de 2019 por intercambiar mensajes subidos de tono con una empleada.

McDonald's lo acusa de mentir en ese momento al ocultar otras vinculaciones, y quiere recuperar las decenas de millones de dólares de indemnización pagadas por su despido.