Trump ordena ampliar pago de asistencia por desempleo a millones de estadounidenses
Con el poder de su cargo y su pluma, el presidente Donald Trump sorteó el sábado a los legisladores elegidos de la nación y asumió la autoridad para diferir los impuestos de nómina y ampliar una asistencia por desempleo que expiró tras el fracaso de las negociaciones con el Congreso sobre un paquete de rescate por el coronavirus.
En su club campestre privado en Bedminster, Nueva Jersey, Trump firmó cuatro decretos ejecutivos para actuar donde el Congreso no lo ha hecho, argumentando que debido al estancamiento en Washington se vio obligado a intervenir en momentos en que la pandemia ha socavado la economía del país y puesto en peligro sus esperanzas de reelección en noviembre.
Quizá lo más crucial, Trump maniobró para que se continúe pagando la asistencia federal adicional de desempleo a millones de estadounidenses que se han quedado sin trabajo durante la pandemia.
El Congreso permitió que esos pagos caducaran el 1 de agosto, y las negociaciones para extenderlos se atascaron debido a una parálisis partidista en que la Casa Blanca y los demócratas tienen enormes diferencias. Trump se había mantenido principalmente al margen durante las negociaciones del gobierno con los líderes del Congreso, dejando las conversaciones de su lado al jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, y al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
La emisión de decretos ejecutivos por parte de Trump para sortear al Congreso contrasta con sus críticas a esa misma práctica que hacía el presidente Barack Obama de una manera más limitada. Y que el presidente se aparte de las conversaciones con el Congreso rompe con sus declaradas habilidades negociadoras.
Ahora, Trump, que desde el año pasado no ha dirigido la palabra a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, buscó jugar el papel de salvador en un año electoral, haciendo disponible una asistencia semanal de 400 dólares, aplazando los pagos de impuestos de nómina y de créditos estudiantiles federales, y congelando algunos lanzamientos de inquilinos durante la crisis.