El atípico verano de la familia real española en Mallorca
La Familia Real española vivirá este año unas atípicas vacaciones veraniegas en Marivent, su residencia de verano desde hace medio siglo en la isla mediterránea de Mallorca, convertida ahora en refugio de la reina Sofía tras la decisión del rey emérito, Juan Carlos I, de trasladarse a vivir a otro país para contrarrestar la polvareda levantada por sus presuntos negocios ocultos en el exterior.
A este palacio de nombre "mar y viento" llegarán este fin de semana los actuales monarcas, Felipe VI y Letizia, para pasar unos días junto a sus dos hijas, la princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía, en medio de la expectación por saber el actual destino de Juan Carlos de Borbón, todavía desconocido desde que abandonó España el pasado domingo.
Allí se encontrarán con la reina emérita, que se mantiene alejada de los últimos acontecimientos acompañada por su hermana, Irene de Grecia, y por su hija la infanta Elena, aunque este miércoles se la pudo ver por primera vez de compras por las calles de Palma, la capital de las Islas Baleares.
MARIVENT, TESTIGO DE LAS CRISIS FAMILIARES
El palacio de Marivent no pertenece al conjunto de residencias de la familia real española, es decir, no es de Patrimonio Nacional, sino que su titularidad pertenece a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, que lo cedió en 1973 a los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía.
La escalinata de la entrada principal del edificio ha visto menguar con el paso del tiempo el número de miembros de la familia real que cada temporada estival se reunía allí para ofrecer a la prensa gráfica el tradicional posado de verano y que ha quedado reducido a los cuatro principales, los actuales reyes y sus hijas.
Los ahora reyes eméritos pasaron allí sus años dorados y allí vieron cómo la familia aumentaba con los matrimonios de sus hijas y la llegada de los primeros nietos.
El tradicional posado fotográfico que antaño era símbolo de la unidad familiar fue escaparate después de las crisis internas, la primera con el divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, y después con el polémico juicio y entrada en prisión de Iñaki Urdangarín, marido de la infanta Cristina, envuelto en un caso de corrupción.
Los jardines del palacio, de 9.155 metros cuadrados, fueron también testigos del noviazgo de Felipe VI y Letizia, protagonistas absolutos en los últimos años junto a sus hijas de la foto estival.
Durante ese medio siglo la familia real española ha estado acompañada también durante sus vacaciones de verano por personajes ilustres con los que se han fotografiado entre los escalones y columnas del palacio.
El príncipe Carlos y Diana de Gales, los emperadores de Japón Akihito y Michiko, Bill y Hillary Clinton, Mijail Gorbachov, Hugo Chávez o Michele Obama, que visitó Mallorca en 2010 junto a su hija Sasha, han sido algunos de los rostros conocidos que les han acompañado.
No habrá posado este año, o se modificará su formato, debido a la pandemia de coronavirus, que también ha obligado a suspender la tradicional recepción a las personalidades más representativas de la sociedad balear.
Tampoco se celebrará la Copa del Rey de vela, en la que cada año participaban Juan Carlos I y Felipe VI, otro de los eventos en los que los miembros reales se dejaban retratar por la prensa gráfica.
VACACIONES ESPAÑOLAS APOYANDO AL TURISMO
La cancelación de la mayoría de los actos institucionales y deportivos que habitualmente se desarrollaban durante su estancia en Mallorca, Felipe VI y Letizia han optado este año por realizar un recorrido por otras islas del archipiélago (Ibiza, Formentera y Menorca) una forma de dar su apoyo al turismo, un sector fundamental que ha sido especialmente castigado por el virus.
Sólo está previsto que que el rey mantenga las audiencias que tiene cada año con las autoridades regionales de Mallorca y también el habitual despacho en Marivent con el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
Finalizada su estancia en Mallorca, los reyes y sus hijas regresarán a Madrid donde pasarán el resto del verano, ya que no prevén disfrutar de unos días de vacaciones privadas sin destino conocido públicamente tal y como ocurría otros años.