Las Mundiales

Mandatario australiano dice que no hay pruebas de abusos de datos de TikTok

El primer ministro australiano, Scott Morrison, país que como Estados Unidos tiene en el punto de mira la aplicación de vídeos cortos TikTok, de la empresa china ByteDance, dijo que no hay pruebas de que la compañía abuse o venda los datos que obtiene de sus usuarios.

"Hemos estado observando detenidamente y no hemos encontrado pruebas que sugieran (...) el mal uso de los datos de los usuarios", indicó Morrison este miércoles al intervenir por videoconferencia en el Foro de Seguridad Aspen, en Colorado, Estados Unidos.

Aunque, el mandatario apuntó que el público debe ser "muy consciente" de que la empresa obtiene una enorme cantidad de datos de los usuarios y que "a esta información tienen acceso a niveles de estados soberanos", en una velada referencia al gobierno de Pekín, recogen los medios australianos.

Australia y China mantienen una relación diplomática tensa, a pesar de sus enormes intercambios comerciales, pero Morrison señaló que "en este momento, no hay razón para restringir el uso de esta aplicación. Aunque seguiremos vigilando".

El presidente estadounidense, Donald Trump, dio el lunes de plazo a ByteDance hasta el 15 de septiembre para que TikTok pase a manos de capital estadounidense o enfrentarse a su prohibición de operar en el país por motivos de seguridad nacional.

TikTok, que en EE.UU. tiene más de 80 millones de usuarios, es una de las redes sociales que más ha crecido en los últimos años en el país, donde se ha convertido en el principal entretenimiento para muchos adolescentes y un canal de mercadotecnia para importantes celebridades.

La Administración Trump, así como importantes congresistas demócratas, aseguran que el uso tan extendido de TikToK pone en riesgo la privacidad de los datos de estadounidenses y la seguridad nacional, ya que sostienen que la aplicación está expuesta, a través de ByteDance, a instrucciones e intervención del Gobierno chino.

El caso de TikTok es el último episodio del conflicto entre China y EE.UU., que ha pasado del plano comercial al tecnológico, y que podría enconarse aún más tras el anuncio del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, de que Trump actuará "pronto" contra las compañías chinas de software que considere como un riesgo para la seguridad nacional.