España

Las alegaciones de corrupción que persiguen al rey Juan Carlos I

LA CORONACIÓN DE UN NUEVO MONARCA SIGNIFICÓ LA PÉRDIDA DE LA INMUNIDAD DEL ANTERIOR

Fotografía de Juan Carlos I y Abdalá bin Abdulaziz en 2015. Fuente: El Mundo.

El rey emérito de España Juan Carlos I fue por muchos años una de las figuras más populares en su país, pero numerosos escándalos consecutivos terminaron en su abdicación del trono a su hijo Felipe VI.

Pero la coronación de un nuevo monarca significó la pérdida de la inmunidad del anterior, lo que llevó a una magnificación de irregularidades de las que se le acusa, y la apertura de investigaciones sobre nuevos casos en su contra.

Fue en 2014 cuando Juan Carlos renunció al trono español, y desde entonces se han destapado varias transferencias millonarias a su nombre, con poca o ninguna explicación aparente.

Iniciando por unas grabaciones en la que la examiga íntima del exmonarca, Corinna Larsen, lo nombra al primo distante del rey emérito, Álvaro de Orléans, como testaferro del propio Juan Carlos, según informó el reportero del periódico “El País”, José María Irujo.

De Orléans negó esas acusaciones, aunque sí aceptó que pagó varios de los viajes por avión del rey entre 2007 y 2018, agregando que en muchos de estos participó Larsen.

En esas grabaciones también alegó que Juan Carlos tenía cuentas bancarias clandestinas en Suiza, además de cobrar comisiones por unl contrato de 6,500 millones de euros firmado por un consorcio de empresas españolas.

Ese acuerdo consistía en la construcción de líneas de trenes entre las ciudades de La Meca y Medina, en Arabia Saudita, uno de los vínculos económicos irregulares más recurrentes a nombre de Juan Carlos.

Vínculos árabes

De inmediato la Fiscalía de Ginebra inició su indagación sobre corrupción económica de personas mencionadas por Larsen, entre ellas de Orléans, a quien le fue congelada sus cuentas bancarias de manera provisional.

Durante las investigación se reveló que en 2008 una cuenta de la fundación panameña Lucom había recibido una transferencia de 65 millones de euros, por parte del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudita.

Asimismo, se descubrió que el beneficiario principal de esa cuenta era el exmonarca, mientras que el actual rey de España pasaría a ser propietario principal en caso de la muerte de su padre.

Otro hallazgo de los agentes fue el hecho de que no encontraron ninguna justificación por el depósito, sino que fue un regalo del rey de Arabia Saudí Abdalá bin Abdulaziz a Juan Carlos, por lo que no se trataba de un pago realizado por servicios prestados.

Según Iraujo, la investigación avanzó lo suficiente como para citar a Larsen y de Orléans a interrogación, ya que la fiscalía suiza sostenía que el dinero recibido por Juan Carlos fue debido a su rol de mediador para que el consorcio de empresas españolas “rebajara el 29,6%” de su oferta ganadora de la construcción de líneas de trenes.

De igual forma la fiscalía indicó que los 65 millones de euros anteriormente mencionados fueron a parar, bajo la firma de Juan Carlos, a una cuenta bancaria de Larsen en Nassau, Las Bahamas, en una transacción realizada en 2012.

En su testimonio frente las autoridades suizas Larsen dijo que el rey hizo la transferencia “no para deshacerse del dinero”, sino “por gratitud y por amor”, para garantizar “su futuro y el de sus hijos”, agregando que “todavía tenía la esperanza de recuperarme”, según una transcripción de El País.

Tags relacionados