EE.UU.

Cápsula de SpaceX hace el 1er amerizaje en 45 años

La cápsula de SpaceX que traía de vuelta a Tierra a dos astronautas de la NASA amerizó el domingo en aguas del Golfo de México

La cápsula de SpaceX al momento de caer sobre el Golfo de México, el 2 de agosto del 2020. (Foto facilitada por NASA TV, via AP).

AP/MARCIA DUNNCABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU

Dos astronautas de la NASA regresaron a la Tierra el domingo en un emocionante amerizaje a la antigua usanza, en el que su cápsula sostenida por paracaídas cayó en el Golfo de México y con ello puso fin a un vuelo de prueba sin precedentes para la compañía SpaceX de Elon Musk.

Es la primera vez en 45 años que astronautas estadounidenses regresan a la Tierra con caída en paracaídas sobre el mar, y se hizo con la primera nave espacial fabricada y operada comercialmente.

El regreso allana el camino para el lanzamiento de otra tripulación de SpaceX, probablemente el mes próximo, y para viajes de turismo espacial el año entrante.

Los pilotos de prueba Doug Hurley y Bob Behnken volvieron a nuestro planeta en la cápsula Dragon de SpaceX menos de un día después de haber partido de la Estación Espacial Internacional y luego de dos meses de haber despegado de Florida. La cápsula cayó en las tranquilas aguas del golfo a unos 64 kilómetros (40 millas) de Pensacola, y a cientos de kilómetros de la tormenta tropical Isaías que azota la costa de Florida en el Atlántico.

“Bienvenidos de vuelta al planeta Tierra y gracias por volar con SpaceX”, declaró el Control de la Misión desde la sede de la compañía.

“Realmente fue un honor y un privilegio para nosotros”, respondió Hurley.

El regreso a casa de los astronautas en la cápsula apodada Endeavour fue rápido, agitado y caliente, al menos en el exterior.

La nave espacial pasó de una velocidad orbital tremenda de 28.000 km/h (17.500 mph) a 560 km/h (350 mph) durante el reingreso a la atmósfera, y finalmente de 24 km/h (15 mph) a la hora de amerizar. El nivel máximo de temperatura alcanzado durante el descenso fue de 1.900 grados Celsius (3.500 Fahrenheit). Se calcula que las fuerzas G máximas que la tripulación sintió fueron de cuatro a cinco veces la fuerza de la gravedad terrestre.