Santa Sofía, iglesia, mezquita, museo y de nuevo mezquita
Santa Sofía fue construida por orden del emperador romano Justiniano I en los años 532-537
Santa Sofía, la que fuera basílica madre de la Iglesia de Oriente, mezquita durante el Imperio Otomano y museo en los últimos 85 años, ha vuelto a acoger el rezo musulmán.
Considerada una obra maestra del arte bizantino, Santa Sofía fue construida por orden del emperador romano Justiniano I en los años 532-537 en el lugar de la antigua catedral de Constantinopla, destrozada por un incendio.
Es famosa por su enorme cúpula (de 31.5 metros de diámetro), considerada como el paradigma de la arquitectura bizantina, y que sirvió de modelo para la construcción de la mezquita de Sultán Ahmed, también conocida como la Mezquita Azul.
Santa Sofía se transformó rápidamente en la joya de Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, y durante casi 900 años albergó a la Iglesia ortodoxa oriental.
Hasta el siglo XV fue el mayor templo de la cristiandad y sede del Patriarca de Constantinopla, con la excepción del periodo 1204-1261 cuando la capital bizantina estuvo ocupada por los cruzados.
Fue transformada en mezquita en 1453, cuando el Imperio Otomano bajo el sultán Mehmed II capturó la ciudad, que rebautizó como Estambul, y puso fin al dominio bizantino.
En la nueva etapa se añadieron capitales y minaretes a la estructura original y se cubrieron de yeso las pinturas y mosaicos de la decoración cristiana.
En 1934, el presidente turco Mustafa Kemal Atatürk, fundador del Estado turco moderno, secularizó en edificio, que fue convertido en museo, como símbolo de la convivencia de religiones.
Desde su apertura como museo en 1935, Santa Sofía se convirtió en una de las atracciones turísticas más visitadas de Turquía. Y en 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En 1993 se emprendieron trabajos de restauración del edificio que se prolongaron hasta finales de 2010 y que se centraron especialmente en la inmensa cúpula, cuyos mosaicos fueron limpiados y restaurados.
El 10 de julio el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, firmó un decreto para convertirla de nuevo en mezquita.
Santa Sofía fue utilizada como iglesia desde su el año 537 hasta la conquista de Estambul en 1453 y como mezquita desde esa fecha hasta 1934.