EN BOLIVIA
Una disidente del partido de Evo Morales denuncia que secuestraron a su familia y quemaron sus bienes
La diputada regional disidente del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la asamblea departamental de Potosí Miriam Vargas ha denunciado que tuvieron a su familia como rehén y quemaron todos sus bienes en represalia por su postura política.
"Quemaron mis bienes, tuvieron a mi familia de rehén", ha denunciado Vargas, quien ha renunciado al cargo de asambleísta por miedo a represalias. De hecho, ha denunciado que fueron dirigentes de su propio partido los que la despojaron de sus bienes, según recoge el periódico boliviano 'Página Siete'.
Vargas volvió hace un mes a su casa del municipio de San Pedro de Macha (provincia Chayanta), en el norte de Potosí, para estar con su madre, quien tiene problemas de salud y lo hizo llevándose consigo a sus tres hijos de 21, 18 y 13 años.
El 10 de junio Vargas viajó desde Macha hasta Villa Imperial para retomar la sesión de ratificación del gobernador Omar Veliz. "Misión cumplida, hermano. Yo te he apoyado y ahora quisiera que hables con mis dirigentes porque me están amenazando creyendo que no te iba a votar", le dijo a Veliz tras la votación. "Él me dijo que esté tranquila, que hablaría con ellos. Entonces yo estaba segura que no iba a pasar nada", ha añadido.
Sin embargo, los rumores de que no votaría a favor de Veliz desembocaron en que una turba de entre 90 y 100 personas en estado de ebriedad se desplazaran hasta la vivienda y exigieran la renuncia de Vargas. Ella misma no pudo llegar a la casa y redactó una carta de renuncia que hizo llegar a la turba, que sin embargo la rechazó porque no había sido presentada ante la asamblea departamental.
Durante la noche hicieron vigilia, patearon las puertas e impidieron cualquier movimiento. Al día siguiente Vargas presentó la carta ante el presidente de la asamblea departamental y ante el Tribunal Electoral Departamental de Potosí, pero durante la noche la casa fue asaltada, saqueada y finalmente incendiada.
"Me han dejado sin nada. Mi horno de cocina, los sillones, las computadoras de mis hijas por donde pasaban clases, sus ropas. Todo lo han quemado. Pero las garrafas y las frazadas se las han llevado", ha explicado. "¿Qué hubiese pasado si hubiesen encontrado a mis hijos en casa?", se ha lamentado. Sus tres hijos se alojaron en la casa de una hermana de la asambleísta que vive cerca.
Los atacantes mantuvieron la vigilia durante una semana, hasta el miércoles siguiente, cuando Vargas se trasladó hasta Macha junto a la delegada Defensorial de Potosí, Vilma Martínez, para gestionar la pacificación del lugar e iniciar el diálogo.
"Si yo no iba a Macha estaban amenazados mis papás, decían que iban a quemar su casa y las de mis hermanos. He ido llorando todo el camino porque tenía miedo que pase algo con mi persona", ha señalado Vargas.
El acuerdo posterior incluyó una nueva carta de renuncia "voluntaria" e "irrevocable" a cambio de desistir de acciones legales contra los dirigentes de la Central Seccional Tomas Katari por el saqueo y la quema de sus pertenencias y garantías de seguridad para Vargas y su familia. "La Defensora no me ha defendido y ha permitido que me traten mal. Nadie hizo nada ese día (de la reunión). He pedido ayuda a todos, pero nadie me ha ayudado", se ha quejado Vargas.
La Defensoría del Pueblo y organizaciones e instituciones de promoción y defensa de los Derechos Humanos de las mujeres han pedido garantías para Vargas. Demandan que se investiguen los hechoss y que se declare ilegal su renuncia.
La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, ha solicitado a la Asamblea Legislativa Departamental de Potosí declarar como ilegal la renuncia de Miriam Vargas porque la misma se dio en un contexto de acoso y violencia política, hostigamiento y presión en contra de su persona y sus familiares. El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) también ha condenado la violencia contra Vargas.