Europa

Johnson, entre las críticas al sistema de rastreo y el riesgo de un rebrote

EL LÍDER DE LA OPOSICIÓN PUSO EN DUDA EL ÉXITO DEL SISTEMA ANTE LA POCA EFICACIA PARA IDENTIFICAR LOS CASOS POSITIVOS

Una captura de video del metraje transmitido por la Unidad de Grabación del Parlamento del Reino Unido (PRU) muestra al primer ministro británico, Boris Johnson, hablando durante su turno de preguntas. AFP.

Remei Calabuig/EFELondres, Reino Unido

El primer ministro británico, Boris Johnson, defendió este miércoles su gestión del plan de desescalada que permitirá la reapertura del sector hostelero en Inglaterra, ante las críticas al fallido sistema de rastreo de contagios por COVID-19 y las alertas sobre el riesgo real de un segundo rebrote del virus.

Durante una intensa sesión en la Cámara de los Comunes, Johnson dijo que muchos "se han sorprendido" por el "éxito de la operación Test and Trace", el sistema de pruebas y rastreos de contagios que lleva a cabo el sistema nacional de salud británico, y que, junto al lanzamiento de una aplicación móvil, forma parte de la estrategia para mantener a raya el virus mientras se termina el confinamiento.

El fallido sistema de rastreo

El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, puso en duda este éxito ante la poca eficacia del sistema para identificar los casos positivos de coronavirus y rastrear los posibles contagios, y criticó el fracaso del Gobierno que ha tenido que suspender la puesta en marcha de la aplicación.

Starmer afirmó que unas 33,000 personas tienen COVID-19 en Inglaterra, pero, según las últimas cifras, el sistema de rastreo "ha llegado a poco más de 10,000".

"Reconozco el arduo trabajo que se ha dedicado a esto, pero si no se contacta a dos tercios de los que tienen COVID-19 y se les pide que proporcionen detalles de contacto, hay un gran problema, ¿no?", dijo el jefe de los laboristas.

El Gobierno se comprometió a tener la aplicación a pleno rendimiento para el mes de junio, pero los fallos técnicos y la poca confianza que suscitaba ante la población, que dudaba del respeto a su privacidad, le ha llevado a desecharla y optar por el sistema desarrollado por Google y Apple, lo que implica que no estará lista hasta el invierno.

El líder socialdemócrata reprochó a Johnson que haya pasado de definir este mecanismo como "crucial" a restarle importancia diciendo que es tan solo "apoyo adicional" y el primer ministro le conminó a nombrar un país que tenga una aplicación similar que funcione de forma efectiva.

"Alemania, con 12 millones de descargas. Lo comprobé esta noche", señaló Starmer.

El "riesgo real" de rebrotes

Johnson detalló la hoja de ruta para que "pubs", restaurantes, hoteles y peluquerías reabran en Inglaterra a partir del 4 de julio y anunció que entonces se podrá reducir de dos a un metro la distancia de seguridad obligatoria, una demanda que impulsó este sector.

El plan se aplica solo en Inglaterra, dado que los gobiernos de las otras tres regiones británicas deciden sus propias medidas y no avanzan tanto en la desescalada, a excepción de Irlanda del Norte, donde el sector hostelero reabrirá el 3 de julio, ya que en Escocia y Gales lo harán a mediados de ese mes.

El reinicio de la actividad hostelera es la decisión más importante para reactivar la economía que en abril, el primer mes completo del confinamiento, sufrió una contracción histórica del 20.4%, debido, entre otros, al parón de esta industria.

Sin embargo, los representantes del sector sanitario han alertado de que el Reino Unido debe de estar preparado ante el "riesgo real" de que se produzca un segundo pico de la COVID-19, ya que al inicio de la pandemia faltaron tests, equipos de protección individual e instalaciones adecuadas.

La enfermedad ha causado ya cerca de 43,000 muertos, después de que se registraran 171 fallecimientos en las últimas 24 horas, por lo que representantes del Real Colegio de Cirujanos, de las enfermeras y de los médicos han solicitado una "rápida" evaluación para establecer cómo está de preparado el país frente a una segunda oleada de casos.

Tres plantas procesadoras de carne en Inglaterra y Gales cerraron temporalmente la semana pasada tras detectar varios positivos por COVID-19, lo que sembró el temor a un posible brote.