Cuando Kim Jong-un se vuelve hostil contra Corea del Sur, su hermana lleva la voz cantante

Los expertos aseguran que esta situación hace que Kim Yo-jong sea la sucesora más probable.

Kim Yo-jong, la hermana del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, detrás del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y su esposa, Karen Pence, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pieonchang, Corea del Sur, el 9 de febrero de 2018. (Doug Mills / The New York Times)

Kim Yo-jong, la hermana del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, detrás del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y su esposa, Karen Pence, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pieonchang, Corea del Sur, el 9 de febrero de 2018. (Doug Mills / The New York Times)

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Choe Sang-HunSeúl, Corea del Sur

Cuando Corea del Norte decidió participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, en Corea del Sur, dando inicio a un rápido periodo de acercamiento en la península, su encantadora ofensiva fue liderada por el rostro sonriente de Kim Yo-jong, la única hermana de Kim Jong-un, el máximo líder de ese país.

Ahora, mientras Kim amenaza con extinguir la frágil distensión con un nuevo ciclo de acciones belicosas y provocaciones militares, es su hermana quien vuelve a hablar por la nación, esta vez con un tono de desprecio hacia Corea del Sur, una señal de su creciente influencia en el régimen hereditario.

“Fue repugnante escuchar su discurso”, dijo Kim Yo-jong sobre el líder del sur, Moon Jae-in, en un comunicado divulgado el miércoles. La dirigente norcoreana se refería al mensaje pronunciado esta semana por el presidente de Corea del Sur en el que pedía la paz en la península. “Parece como si estuviera loco, aunque por fuera aparenta ser normal”.

“Así que decidí preparar una bomba de palabras para informar a nuestra gente”, dijo.

En Corea del Norte, pocos líderes además de Kim Jong-un pueden emitir declaraciones como esa. Pero Kim Yo-jong, de 32 años, quien es la principal portavoz y coordinadora de políticas de su hermano, ejerce mucho más poder del que sugiere su edad y sus pocos cargos como primera subdirectora departamental en el gobernante Partido Nacional de los Trabajadores y miembro suplente, no fijo, de su Politburó.

Su influencia en una jerarquía llena de generales y secretarios del partido de edad avanzada deriva de la “sangre revolucionaria” que recorre su cuerpo. Es nieta de Kim Il-sung, el fundador de Corea del Norte que todavía es venerado como una figura divina.

Eso la convierte en una candidata potencial, incluso en la cultura profundamente patriarcal de Corea del Norte, para remplazar a su hermano, que se cree que tiene 36 años, en caso de que muera o quede incapacitado.

Los analistas aseguran que el ascenso sistemático de Kim Yo-jong agrega una sensación de continuidad a los planes de sucesión de Corea del Norte. En ese país, los futuros líderes principales deben demostrar que pueden enfrentarse a Corea del Sur y a Estados Unidos.

“Lo que vemos es que Corea del Norte está implementando un plan de sucesión de contingencia en caso de que la salud de Kim Jong-un se deteriore”, dijo Yoo Dong-ryul, especialista en Corea del Norte en el Instituto Coreano para la Democracia Liberal en Seúl.

“El problema de Kim Yo-jong como sucesora es que es una mujer y todavía es demasiado joven”, agregó. “Entonces, su hermano la está ayudando a liderar la ofensiva contra Corea del Sur y a establecer su liderazgo para que pueda disipar cualquier duda que los incondicionales de línea dura en el ejército y el partido puedan tener sobre ella”.

Las largas ausencias de Kim Jong-un en sus actividades públicas durante los últimos meses han generado rumores sobre si estaba gravemente enfermo, y otras dudas como qué podría pasar con el arsenal nuclear del país y quién lo sucedería en el poder si quedaba incapacitado. Si tuviera que renunciar a su cargo, ninguno de sus tres hijos, que se cree que son preadolescentes, tiene la edad necesaria para liderar el gobierno.

Kim tiene un hermano mayor, Kim Jong-chol, a quien su padre consideraba demasiado afeminado para liderar a un país altamente militarizado. Nunca se le ha visto en público con su hermano menor.

En 2017, Kim ordenó el asesinato de su medio hermano, Jong-nam, en Kuala Lumpur. También ejecutó a su tío Jang Song-thaek.

Kim tiene otro tío, Kim Pyong-il, de 65 años, quien regresó al país el año pasado después de trabajar durante décadas como embajador en países de Europa oriental. Pero su larga estancia en el extranjero le ha impedido forjar una base de apoyo en Pionyang. Kim Kyong-hui, tía del máximo líder y viuda de Jang, está enferma.

Los expertos aseguran que esta situación hace que Kim Yo-jong sea la sucesora más probable, si su hermano muere antes de que sus hijos crezcan.

Desde la semana pasada, los medios estatales de Corea del Norte la han presentado como la orquestadora de una serie de declaraciones y decisiones rápidas que han incrementado las tensiones en la península de Corea. El martes, el régimen del norte destruyó la oficina de enlace intercoreana en la ciudad fronteriza de Kaesong y, un día después, el ejército norcoreano amenazó con reanudar sus ejercicios militares en la disputada frontera marítima occidental con el sur.

El miércoles, la ofensiva de Kim Yo-jong tuvo su primera víctima política en Corea del Sur. El ministro de Unificación, Kim Yeon-chul, renunció y asumió la responsabilidad por el deterioro de las relaciones con el régimen de Kim Jong-un, además de los esfuerzos fallidos para mediar entre Corea del Norte y Estados Unidos.

El repentino cambio de la dictadura norcoreana con su vecino del sur y, por extensión, con Estados Unidos puede reflejar un deseo de unificar al país frente a una economía muy afectada por la pandemia del coronavirus y una necesidad cada vez mayor de presionar para obtener concesiones ante las sanciones internacionales, dijo Leif-Eric Easley, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad de Mujeres Ewha en Seúl.

Poner a Kim Yo-jong al frente de la creciente confrontación de Corea del Norte con Seúl y Washington también podría darle a Kim “flexibilidad diplomática” si quiere cambiar de rumbo, dijo Easley.

Cualquiera que sea la motivación detrás de la creciente tensión, algo resulta claro: la consolidación de Kim Yo-jong como la segunda líder en el gobierno de su hermano, dijo Lee Seong-hyon, analista del Instituto Sejong, un centro de investigación en Corea del Sur.

“Mientras dirige la ofensiva contra Corea del Sur como si fuese un general, silencia a los viejos intransigentes del Politburó que quizá duden de su liderazgo”, afirmó Lee.