Haití

Haití supera los 9,300 casos sospechosos de COVID-19 lastrado por la falta de recursos

LA CIFRA DE FALLECIDOS POR EL CORONAVIRUS EN HAITÍ ASCENDIÓ A 80

El Ministerio de Salud haitiano ha elevado a más de 9.300 los casos sospechosos de COVID-19 en el país caribeño, que ha entrado ya en la fase más complicada del brote, la de la transmisión comunitaria generalizada, lastrado por la falta de recursos y, en algunas zonas, por la inseguridad imperante.

Segun el último balance del Gobierno, se han detectado hasta la fecha 9.353 casos sospechosos de coronavirus, de los cuales 4.547 están confirmados, 106 más que en el balance anterior. La cifra de fallecidos asciende ya a 80, cuatro más, si bien las propias autoridades han reconocido que los datos reales podrían ser mayores.

El director general del Ministerio, Lauré Adrien, ha explicado en declaraciones al periódico 'Le Nouvelliste' que Haití está ya en la fase tres, caracterizada por el aumento de la transmisión comunitaria y en la que, por tanto, se complica el rastreo de los contactos y potenciales enfermos.

En esta nueva etapa, ha apuntado, la responsabilidad recae no solo en las autoridades, sino que también "supone por encima de todo la implicación de la población". "Es la etapa en la que todo depende del comportamiento que adopte la población", ha añadido.

Adrien ha lamentado que a pie de calle son muchos los que no cumplen con los protocolos básicos de prevención, pese a que "es una cuestión de vida o muerte". Por este motivo, ha llamado a todos a dejar de lado cualquier discrepancia con las autoridades y a dejar a un lado los "pretextos" para "no poner en práctica los consejos", que consisten principalmente en medidas de distanciamiento e higiene.

REVISION DE PROTOCOLOS

El Gobierno haitiano ha anunciado una revisión de los conceptos utilizados para informar de la pandemia para evitar hablar de casos "curados" e introducir el cambio el término "recuperados". Para entrar en esta categoría, bastará con que transcurran diez días desde la desaparición de los síntomas, según AlterPresse.

Las autoridades asumen con este cambio la incapacidad de seguir directamente a los enfermos y de realizar una segunda prueba una vez concluido el periodo de tratamiento para confirmar que el organismo está ya libre del virus. Además, para que un caso pase de sospechoso a confirmado, ya no será necesaria la realización de la prueba si existe un contacto directo con alguien que ya haya dado positivo.

La inseguridad también ha demostrado ser un lastre para la lucha contra la COVID-19, como ha quedado de manifiesto en la localidad de Cabo Haitiano, en el departamento Norte. Según una autoridad local citada por AlterRadio, la actividad de grupos armados ha impedido la correcta puesta en marcha de un plan acordado con el Gobierno central para instalar brigadas sanitarias en los distintos barrios y agilizar el aislamiento de los posibles casos.