PAREJAS

La terapia focalizada en las emociones puede ser un recurso útil para parejas al borde del divorcio, según un psicólogo

La Terapia Focalizada en las Emociones (TFE) "ayuda a afrontar juntos situaciones de incertidumbre y estrés, como la pandemia de covid-19" y "puede ser un recurso útil para parejas que están al borde del divorcio".

Así lo ha asegurado el terapeuta familiar y psicólogo Martiño Rodríguez, investigador del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra y presidente de la Asociación Española para la Investigación y el Desarrollo de la Terapia Familiar (AEI+DTF).

Según ha explicado, "es uno de los pocos modelos de terapia que cuentan con aval científico". "Se basa en la teoría del apego y ayuda a que los miembros de la pareja se sientan seguros en la relación. Busca generalizar dinámicas afectivas y comunicativas que fortalezcan los vínculos", ha detallado.

En esa línea, ha explicado que esta terapia "trata de ayudar a las personas a que ante una circunstancia estresante, como puede ser el estado de alarma, sintamos cerca al otro, afrontemos juntos aquello que nos asusta y nos hace sufrir".

Martiño Rodríguez lidera el primer ensayo clínico internacional para validar la TFE en países de habla hispana. El proyecto, codirigido por la Universidad Brigham Young (EE.UU), comenzó en marzo con el reclutamiento de parejas en Guatemala y Argentina, ha explicado la Universidad de Navarra en un comunicado.

El experto también se ha referido al aumento de las consultas de divorcio tras el confinamiento que ha constatado la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA). "La pandemia ha supuesto una gran tensión para muchas parejas. A la situación de incertidumbre se han sumado a una convivencia durante 24 horas, las dificultades en el trabajo y en muchos casos, la conciliación familiar", ha dicho.

No obstante, ha declarado que necesariamente tendrá lugar un pico porque "igual que ocurrirá con muchos otros aspectos durante la desescalada, retomaremos cosas que no han estado permitidas". "No se podían hacer consultas sobre el divorcio y tampoco era el momento para plantear una separación porque no se podía cesar la convivencia", ha comentado.

Según ha expuesto, la "experiencia" de los profesionales es que "los problemas que se han experimentado estos meses son parecidos a los que ya se veían antes, si bien se han añadido elementos que dificultan su gestión".

"No hemos tenido el recurso de salir de casa, pasear, charlar con otras personas... Tomar distancia y enfocarnos en otra tarea nos sirve para ver las cosas con perspectiva", ha apostillado. Según ha indicado, a esto se ha sumado la incertidumbre sobre el trabajo, la salud o el futuro inmediato.

"Hay tantos frentes abiertos que no se encuentra la energía para dar pasos orientados a afrontar las dificultades en la relación", ha aseverado.

Con respecto a las señales de que conviene buscar ayuda externa, el psicólogo y terapeuta del ICS apunta que una pista puede ser "la experiencia de una dificultad que está generando mucho sufrimiento y en lugar de encontrar un modo de resolverla que fortalezca y acerque a sus miembros, cada vez les aleja más".

Con todo, el experto de la Universidad de Navarra anima a tomar con cierta perspectiva la experiencia de estos meses. "Es una situación muy particular y aunque la relación se haya deteriorado, no hay que ponerse en lo peor; quizá haya una mejoría cuando se normalicen las circunstancias externas", ha comentado.

Según ha expuesto, "si no ocurre de este modo, quizá se ha producido un daño que sí requiere de una ayuda profesional". "Se puede hacer una primera consulta y valorar si se necesita continuar la terapia o no", ha concluido.