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PANDEMIA

Los efectos psicológicos del Covid-19 en niños de países vulnerables son "devastadores", según World Vision

Los efectos psicológicos de la pandemia de coronavirus en los niños son "devastadores", según una encuesta realizada por la ONG World Vision a un total de 101 menores de 13 países vulnerables durante los últimos dos meses para comprender el impacto que la Covid-19 ha tenido en ellos.

En los 13 países, los encuestados destacaron tres factores importantes que cambiaron directamente sus vidas a gran escala: interrupción de la escuela, angustia emocional debido al distanciamiento social y aumento de la pobreza. En concreto, el 71% de los niños y jóvenes aseguraron que se sentían aislados y solos debido al cierre de escuelas.

"Los niños y los jóvenes se ven desproporcionadamente afectados por la COVID-19 con el cierre de escuelas y la pérdida de acceso a sus redes de seguridad social. A medida que se extienden los bloqueos, los niños más vulnerables, sin acceso a la tecnología, no tienen acceso a la educación como lo hacen algunos de sus compañeros", afirma Dana Buzducea, líder de Advocacy y Participación Externa de World Vision.

Según Buzducea, a esto se suma que cientos de millones de estudiantes no reciben comidas escolares, y muchos padres no pueden proporcionar alimentos después de perder sus trabajos y medios de subsistencia. "Nos dicen que no pueden ponerse en contacto con sus amigos y familiares, lo que genera confusión, ansiedad y, a veces, desesperación", advierte.

La pobreza y el acceso al agua potable son problemas permanentes en muchos de los países encuestados y la Covid-19 ha exacerbado esta situación en gran medida, lo que lleva a una mayor ansiedad entre los niños.

Así, el 91% de los encuestados reconoció que estaban enfrentando angustia emocional y sentimientos preocupantes, incluyendo ansiedad, ira y desconcierto debido a la incertidumbre de cuánto durará esta crisis y la situación de tener que lidiar con el aislamiento.

MÁS HAMBRUNA EN CONGO Y SIN AGUA EN BRASIL

Anita, de 16 años, de la República Democrática del Congo (RDC), un país que también se ha visto afectado por el ébola, explica: "No me gusta esta situación". "Queríamos anunciar el final del ébola, pero ahora viene el coronavirus --lamenta--. A pesar del hecho de que el aislamiento nos ayudará a protegernos del virus, esto traerá una hambruna que puede matarnos también".

Lara, de 7 años, de Brasil, aseguró que, aunque una de las recomendaciones más importantes es el lavado de manos, donde ella vive no tienen agua. "Muchas casas tienen agua solo una vez a la semana, entonces, ¿cómo van a tener estas personas oportunidades de higiene? ¡No pueden! Esto causará muchas infecciones", advierte.

A pesar de estos sentimientos, los niños y jóvenes encuestados sienten una gran necesidad de contribuir a la lucha contra la propagación del Covid-19 en sus respectivas comunidades. En este sentido, afirman que era muy importante para ellos involucrarse en crear conciencia sobre la protección de las personas contra la propagación del virus, utilizando medios online y otros sistemas de colaboración remota.

"Los niños no son víctimas indefensas y ocultas de esta pandemia", reconoce Dana Buzducea, sino que "son poderosos agentes de cambio, capaces de interactuar con otros para moldear positivamente sus entornos".

Sin embargo, su derecho a la participación se ve "dramáticamente afectado", añade Buzducea, que señala que "cuando los niños y los jóvenes están involucrados y pueden participar en el cambio social, aumenta su confianza en sí mismos, se reduce la sensación de falta de control y están en mejores condiciones para hacer frente a situaciones difíciles".

La encuesta de World Vision muestra, según Buzducea que, si bien los niños han sido impactados negativamente por los efectos del COVID-19, esto no ha disminuido su deseo y capacidad de ayudar y mejorar la situación en sus comunidades. "Es esencial que estén capacitados para hacerlo, a fin de hacer una diferencia positiva real ahora y en el futuro", concluye.