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Covid-19: Preocupaciones por una devastación económica chocan con los temores de una segunda ola de muertes

SURGEN DIVISIONES POLÍTICAS SOBRE ENCIERROS POR CORONAVIRUS

Una pareja, con mascarillas para protegerse del coronavirus, mira un celular sentada en un banco delante de una pancarta que anima a la gente a usar tapabocas el jueves 7 de mayo de 2020, en un parque público de Beijing, China. (AP Foto/Mark Schiefelbein)

Una pareja, con mascarillas para protegerse del coronavirus, mira un celular sentada en un banco delante de una pancarta que anima a la gente a usar tapabocas el jueves 7 de mayo de 2020, en un parque público de Beijing, China. (AP Foto/Mark Schiefelbein)

Divisiones políticas y regionales están surgiendo en muchos países en torno a qué tan rápido levantar los confinamientos decretados para combatir la pandemia del coronavirus, mientras las preocupaciones por una devastación económica chocan con los temores de una segunda ola de muertes.

Los alcaldes franceses están resistiéndose al llamado del gobierno central a reabrir las escuelas, mientras que los gobernadores italianos quieren que Roma afloje el encierro a mayor velocidad. El gobierno británico apunta a reabrir la economía, pero la líder de Escocia Nicola Sturgeon ha advertido que hacerlo demasiado pronto pudiera hacer que el virus cause nuevos estragos.

“Cualquier relajamiento significativo de las restricciones en estos momentos sería muy, muy riesgoso”, dijo Sturgeon el jueves.

Los daños económicos en todo el mundo aumentaron.

En Estados Unidos, casi 3,2 millones de personas solicitaron ayuda por desempleo la semana pasada, informó el gobierno, lo que eleva el total en las últimas siete semanas a 33,5 millones. Cuando las cifras nacionales de desempleo para abril se publiquen el viernes, se espera que sean de alrededor de 16%, un nivel no registrado desde la Gran Depresión.

Neiman Marcus, la cadena de tiendas de lujo fundada hace 112 años, se declaró en bancarrota, convirtiéndose en la primera cadena departamental en Estados Unidos en ser derribada por la pandemia.

Y el Banco de Inglaterra proyectó que la economía británica se contraerá 14% este año, su mayor contracción desde 1706, cuando Europa estaba enfrascada en la Guerra de Sucesión española.

En Gran Bretaña, donde la cifra oficial de muertes por el virus es de más de 30.000, solamente menor a la de Estados Unidos, se prevé que el primer ministro Boris Johnson extienda por seis semanas más las medidas de encierro, pero espera aflojar algunas restricciones sobre la actividad económica y social a partir de la semana próxima.

Johnson ha dicho que el gobierno actuará con “máxima cautela” para prevenir una nueva ola de infecciones.

Mientras los gobiernos debaten cuándo reabrir sus economías, el de Donald Trump archivó un documento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) que contiene recomendaciones detalladas para las autoridades locales sobre cómo reabrir restaurantes y otros lugares públicos.

El texto de 17 páginas con instrucciones paso a paso sobre las precauciones a tomar iba a ser publicado el viernes pasado, pero a los científicos de la agencia se les dijo que “nunca vería la luz del día”, de acuerdo con un funcionario de los CDC que no estaba autorizado a declarar públicamente sobre el asunto y que habló con The Associated Press a condición de guardar el anonimato.

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En Francia, más de 300 alcaldes en la región de París han exhortado al presidente Emmanuel Macron a que demore la reapertura de las escuelas, anunciada para el lunes. Muchos alcaldes en todo el país se han negado ya a abrir las escuelas, y muchos padres han dicho que mantendrán a sus hijos en casa incluso cuando los planteles vuelvan a funcionar.

Pero los gobiernos también enfrentan presiones para reabrir con mayor presteza y relanzar sus economías, que han caído en una hibernación.

Varios gobernadores regionales en Italia están presionando a Roma para reabrir tiendas y restaurantes, apenas días después de que el país comenzó a aflojar su encierro de dos meses, permitiendo a 4,5 millones de personas regresar a sus trabajos en oficinas y fábricas.

Los gobernadores quieren presentar sus propios planes para reabrir, diseñados de acuerdo con las tasas de infección y las necesidades económicas de sus regiones.

Tras una protesta clamorosa de los obispos católicos, el primer ministro Giuseppe Conte anunció se se permitirá la reanudación de misas a partir del 18 de mayo.

En España, el apoyo al gobierno se está fracturando luego de siete semanas de un estricto encierro, con algunas regiones y partidos políticos exigiendo el fin del estado de emergencia declarado el 14 de marzo. El gobierno central argumenta que es demasiado pronto.

Las fracturas son evidentes también en Estados Unidos, donde aproximadamente la mitad de los 50 estados están aflojando las restricciones, para alarma de las autoridades de salud.

Muchos estados no han realizado las pruebas masivas que, según los expertos, son necesarias para detectar y contener nuevos brotes. Y muchos gobernadores han seguido adelante con la reactivación económica antes de que sus regiones cumplan uno de los puntos clave en los lineamientos del gobierno de Trump para la reapertura: una tendencia en baja en el número de contagios confirmados durante 14 días.

“Si relajamos estas medidas sin tener las garantías de salud publica adecuadas en marcha, podemos esperar muchos más casos y, desafortunadamente, más muertos”, apuntó Josh Michaud, director asociado de política de salud global en la Kaiser Family Foundation en Washington.

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