DIA TRABAJADORES
En 2020, un Primero de Mayo virtual y sin desfiles por el nuevo coronavirus
Ante la ausencia de las tradicionales manifestaciones del 1 de Mayo por las cuarentenas impuestas contra el coronavirus, los trabajadores del planeta fueron convocados a celebrar este día, feriado en muchos países, con "manifestaciones virtuales" en las redes sociales o en sus ventanas, con pancartas y caceroleos.
La mayoría de los países renunciaron a las concentraciones del Día del Trabajador, en un contexto en el que la mitad de la humanidad está confinada para luchar contra la pandemia de covid-19 que ha causado más de 235.000 muertes en el mundo.
En Cuba, banderas del país engalanaron los balcones y las fachadas de los edificios, pero las celebraciones, que suelen llenar la Plaza de la Revolución en La Habana, fueron esta vez puertas adentro.
Bajo la llovizna, la emblemática plaza, que tiene como telón de fondo los rostros de los guerrilleros Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, lucía desierta. Por allí desfilan cada año en esta fecha cerca de un millón de personas, según estimaciones oficiales.
- Una conmemoración "diferente" -
"Este Primero de Mayo es diferente a cualquier otro", resumió el presidente francés, Emmanuel Macron.
Por primera vez desde la prohibición de las manifestaciones durante las guerras de Indonesia y de Argelia en los años 1950 y 1960, no hubo concentraciones en Francia, en nombre de la lucha contra la propagación de la covid-19.
Los sindicatos llamaron a los trabajadores a movilizarse con conferencias y conciertos sin público en internet, o la publicación de fotos reivindicativas en las redes sociales.
Este día internacional, que tiene su origen en la lucha del movimiento obrero de finales del siglo XIX, está, según ellos, más en boga que nunca: la epidemia ha puesto de manifiesto el papel esencial que desempeñan algunas profesiones hasta ahora poco valoradas -en la sanidad, los comercios, la limpieza- y ha agudizado las tensiones sociales.
La pandemia ha hundido la economía, con la paralización de industrias, comercios y servicios, y empujado a las filas del desempleo a numerosos trabajadores en el mundo.
En este contexto, fueron muchos los que en diferentes lugares optaron por no quedarse en casa.
En Sudamérica, la policía detuvo a 57 manifestantes en Santiago al dispersar una protesta que incumplía la prohibición de concentraciones de más de 50 personas en Chile, mientras que un grupo de trabajadores desfiló ante la sede de la presidencia en Buenos Aires con una pancarta que rezaba: "Con hambre no hay cuarentena".
En Guatemala, unas 100 personas de organizaciones sociales marcharon por calles de la capital para exigir mejores condiciones laborales y demandar mejor protección para los que trabajan en el sector de salud ante el nuevo coronavirus.
En Uruguay, varias caravanas de vehículos recorrieron distintos puntos del país convocadas por la central sindical para conmemorar la fecha. “Nada ni nadie acallará nuestra voz” y “lo urgente es la solidaridad”, fueron algunas de las consignas que se escucharon por altavoces en la céntrica plaza Primero de Mayo, donde confluyeron los autos en Montevideo.
Europa también fue escenario de protestas. En Grecia, donde el gobierno pidió aplazar cualquier manifestación al 9 de mayo, el sindicato PAME, afiliado a los comunistas, organizó en cambio una concentración delante del Parlamento, muy disciplinada y al son de cantos partisanos como "Bella Ciao".
Cientos de participantes, con bufandas rojas y mascarillas, respetaron la distancia de seguridad de un metro, especificada con pegatinas rojas en el suelo.
En Alemania, un gran número de fuerzas de seguridad -5.000 en Berlín- fue desplegado para hacer respetar la prohibición de manifestaciones de más de 20 personas, que pretenden infringir movimientos de izquierda radical, de ultraderecha y de seguidores de teorías conspirativas, opuestos a las medidas de confinamiento.
En el norte de España, donde la pandemia dejó casi 25.000 muertos. En la ciudad de Zaragoza, el Sindicato Intersindical de Aragón invitó a los trabajadores a desfilar cada uno en su vehículo, con mascarillas y guantes, y con carteles colgados en sus coches, según imágenes de televisión.
La justicia autorizó el jueves la concentración, con la condición de limitar el número de vehículos a 60, con un solo participante por coche y la prohibición de usar descapotables o motorizados de dos ruedas.
En Turquía, la policía detuvo a varios responsables sindicales que desfilaban en Estambul pese a la prohibición de salir.
Y en Filipinas, pequeños grupos desafiaron igualmente el veto para pedir ayudas públicas y condiciones laborales seguras. La policía anunció la detención de al menos tres personas.
- Prudencia -
En Hong Kong, donde no se pueden celebrar reuniones de más de cuatro personas, los sindicatos cercanos al movimiento prodemocracia lanzaron llamados a manifestarse en pequeños grupos y en las redes sociales. Pero finalmente no hubo marchas.
Y, de forma general, prevaleció la prudencia así como celebraciones alternativas, como en Finlandia donde el Día Internacional del Trabajador coincide con la popular fiesta de "Vappu", que marca la llegada de la primavera, el 30 de abril y el 1 de mayo.
El jueves por la noche, solo un puñado de gente se congregó en la plaza del mercado de Helsinki donde se suele desarrollar el festival, controlado este año por la policía para vigilar que se cumplía la prohibición de reuniones de más de diez personas.
Los finlandeses se conformarán con eventos especiales en internet, al igual que en Dinamarca -con el lema "juntos somos más fuertes, pero cada uno por su lado"-, en Suecia, en Noruega o en el Norte de África.
Las tradicionales celebraciones oficiales fueron anuladas en Argelia, donde el virus logró acabar con las manifestaciones del movimiento de protesta -el "Hirak"-, prohibidas desde mediados de marzo.
En Indonesia las actividades del Primero de Mayo congregan habitualmente decenas de miles de personas en Yakarta. Este año, la Confederación de Sindicatos creó una campaña online para reclamar el cese de los despidos, la totalidad de los salarios para los trabajadores y la prima que suelen recibir por el Aid el Fitr (fin del mes de ayuno musulmán).
En Italia, segundo país más golpeado por la pandemia con casi 28.000 muertos, el gran concierto organizado cada Primero de Mayo en Roma se celebrará este año sin público.
En Honduras no hubo manifestaciones, pero los sindicatos obreros aprovecharon la jornada para reclamar el final de "la monstruosa corrupción" del gobierno con los fondos de emergencia contra la covid-19.