ATAQUE

EE.UU. dice que se toma "muy en serio" el ataque a la embajada cubana

El Gobierno de EE.UU. aseguró este jueves que se toma "muy en serio" el ataque a la embajada cubana en Washington, pero guardó silencio sobre cualquier comunicación con el Ejecutivo de la isla.

"De acuerdo a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de proteger las instalaciones de la misión contra intrusos, daños y amenazas", se limitó a decir a Efe un alto funcionario del Departamento de Estado.

La citada fuente indicó que la policía municipal de Washington y el Servicio Secreto están investigando el incidente, que tuvo lugar en la madrugada del jueves cuando un hombre efectuó más de 30 disparos contra el edificio, reabierto como embajada en julio de 2015 tras más de medio siglo sin relaciones diplomáticas.

El funcionario estadounidense dijo que desde el Departamento de Estado no pueden "especular" sobre los motivos del atacante, que fue detenido y está siendo investigado por las fuerzas policiales.

En una intervención televisada, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó que la acción "ha sido alentada por la creciente retórica hostil" hacia Cuba de la Administración de Donald Trump.

Asimismo, Rodríguez convocó este jueves a la máxima autoridad diplomática de EE.UU. en La Habana, la encargada de negocios Mara Tekach, para protestar por el tiroteo y exigir públicamente al Gobierno estadounidense una investigación "exhaustiva y rápida".

Rodríguez también deploró que, doce horas después de producirse el tiroteo, las autoridades del Gobierno de EE.UU. no se hayan puesto en contacto con las cubanas para abordar el suceso.

Preguntado por Efe, el Departamento de Estado no contestó a preguntas sobre contactos con el Ejecutivo de la isla.

La Habana y Washington viven hoy una de las etapas más tensas en su complicada relación, tras la distensión protagonizada por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro entre 2014 y 2016, etapa conocida como el "deshielo", que motivó la reapertura de embajadas.

Sin embargo, la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump en 2017 provocó un viraje de la política estadounidense hacia la isla.

En los últimos años, EE.UU. ha endurecido el embargo que mantiene desde 1962 y ha aumentado sus sanciones.

Además, el Gobierno estadounidense decidió cerrar su consulado en la isla y ordenó la salida de la mayoría del personal de su embajada tras los misteriosos incidentes de salud que afectaron a una veintena de sus diplomáticos, por causas aún sin explicar.

Actualmente la misión de EE.UU. en Cuba funciona a nivel de encargado de negocios debido a que el Congreso de ese país aún no ha designado embajador. Cuba sí mantiene un embajador en Washington.

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