PANDEMIA
El cobre, la solución chilena para frenar la propagación del coronavirus
Chile, el mayor productor de cobre del mundo, lidera ahora una industria de producción de materiales antimicrobianos que pueden ayudar a frenar la pandemia de COVID-19, dada la efectividad que algunos estudios recientes atribuyen a este metal contra el nuevo coronavirus.
Previo a la llegada del SARS-CoV-2, Chile, que aglutina el 28 % de la producción mundial de cobre, ya era pionero en utilizar el metal rojo como una manera de combatir hongos, bacterias y virus.
Hace más de una década, y gracias a una inversión pública, la minera estatal Codelco impulsó el desarrollo de una tecnología que consiste en añadir partículas del metal con el objetivo de transformar superficies o materiales en agentes antimicrobianos.
La empresa encargada de poner en marcha esta iniciativa, Copptech, exporta hoy en día su tecnología a Estados Unidos y varios países de Asia y Europa, aplicándola a material médico, al mundo textil y a superficies y recubrimientos de plástico como la pintura.
El CEO de la firma chilena, Francisco Silberberg, explicó a Efe que "se podría combatir la propagación del coronavirus aplicando un barniz con cobre a las infraestructuras del transporte público, aeropuertos, hospitales, escuelas... Tendrían propiedades antibacterianas y antivirales durante diez años".
El doctor en Materiales de la Universidad de Chile Humberto Palza, coincide: "sería eficiente contra el nuevo coronavirus porque la forma más fuerte de propagación es la aérea. La idea es que en vez de tener que desinfectar la superficie sea la superficie la que elimine el virus para rebajar los contagios".
Otras empresas que utilizan esta tecnología se están sumando a lucha contra la COVID-19: la startup Copper 3D liberó el diseño de unas mascarillas de impresión 3D con partículas de cobre. Su campaña #HackThePandemic, que busca promover a nivel global la impresión de su modelo, se hizo viral y el diseño tiene más de cinco millones de descargas.
Palza, que ha impulsado varias investigaciones relativas al cobre, aseguró en declaraciones a Efe que fue en el país austral donde comenzaron las investigaciones acerca de este metal como agente bactericida y que en los últimos 25 años hubo un gran crecimiento de esta industria.
"Chile está impulsando en desarrollo con muchas partes interesadas. Esperamos que en unos años haya un gran mercado a nivel mundial de plásticos y otros materiales con cobre con propiedades antivirales y antimicrobianas", expuso el académico.
UN ARMA LETAL CONTRA MUCHAS BACTERIAS Y ALGUNOS VIRUS
De manera informal y sin evidencia científica, el cobre se utilizaba para desinfectar y purificar el agua hace más de 3.000 años. Echar monedas de cobre a las fuentes colectivas era ya entonces una solución popular contra los microorganismos.
No fue hasta hace tan solo un par de décadas que se comenzó a testear su eficiencia en laboratorios de todo el mundo y se comprobó que, efectivamente, tiene capacidad para matar a un 99 % de las bacterias y que es un arma letal contra muchos virus.
En 2015, un equipo de la universidad de South Hampton en Reino Unido demostró incluso que este metal era un potente escudo contra patógenos como el virus de la gripe porcina o el de la gripe A.
Con la llegada de SARS-CoV-2 y la declaración de una pandemia mundial, varios investigadores se acordaron del milenario metal y pensaron en él como un agente para combatir el patógeno.
En Chile, cuando arribó la COVID-19, un grupo de científicos que se encontraba concluyendo un estudio que determinó que el cobre combate también el virus del SIDA (VIH), se planteó si sucedería lo mismo con nuevo coronavirus.
SU INFALIBILIDAD CONTRA EL CORONAVIRUS, A PRUEBA
El grupo de investigación de la Universidad de Chile, liderado por el doctor Aarón Cortés, inició un estudio -actualmente en curso- bajo la hipótesis de que el comportamiento del nuevo coronavirus en relación al cobre será similar al del resto de los patógenos analizados.
"Hasta ahora con los virus de la misma familia, es decir con anteriores SARS, se han tenido los mismos resultados: el cobre ha sido antiviral siempre", explicó Cortés a Efe.
El cobre, relató el médico, actúa como "una especie de jabón con la grasa y cuando las partículas del metal entran en contacto con la membrana que recubre a los virus, una capa de glicoproteínas, la envoltura se rompe y el virus se destruye".
Sus hallazgos concuerdan con los del estudio publicado recientemente en 'The New England Journal of Medicine' que hizo saltar la voz de alarma dentro de la comunidad científica acerca de las propiedades de este metal para combatir el nuevo coronavirus.
La publicación, elaborada por científicos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (el CDC), la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Universidad de Princeton, confirmó que el SARS-CoV-2 aguanta solo cuatro horas en cobre, frente a los tres días del plástico o el acero.
Además, el equipo de la Universidad de Chile ha demostrado que cuanto menor sea el tamaño de las partículas de cobre, más efectivas serán contra los microorganismos, y que, por lo tanto la mejor manera de combatirlo sería a través de iones de cobre (nanopartículas).