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Las 'Maravilhosas' brasileñas reivindican sus cuerpos y se empoderan bailando

Grazi Meyern profesora de 'pole dancing'. Fuente: Huffpost Brasil.

Grazi Meyern profesora de 'pole dancing'. Fuente: Huffpost Brasil.

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Paula Ramon/AFPSao Paulo, Brasil

Blancas, negras, de cabellos lisos o crespos, delgadas o gordas: en las 'Maravilhosas' no hay un canon. Todas las alumnas escuchan el mismo mensaje en el curso inaugural de esta academia de baile de Sao Paulo: "Aquí nadie critica a nadie".

Actriz formada en teatro, Grazi Meyer abrió el estudio en 2016 bajo la premisa de atraer diversidad de siluetas e historias con el objetivo de empoderar a las mujeres a través de su expresión corporal.

La academia enseña pole dancing y una diversidad de coreografías y ritmos que permiten una variedad inusitada de cursos, muchos de ellos destinados a audiencias específicas como "Maraviblack", que es "pensada por y para el cuerpo negro", o "Maraviplus Dançantchy" que es "pensada por y para el cuerpo gordo".

Pero en 'Maravilhosas - Corpo de Baile', la clase que dio origen al emprendimiento, el foco es "experimentar el cuerpo y usar la danza y el encuentro como herramientas de liberación de los patrones estéticos y de comportamiento".

"Nuestro cuerpo graba nuestra historia", comenta Meyer, de 41 años, a sus alumnas. "Cuando comenzamos a entender nuestro cuerpo, de dónde viene y lo que representa, comenzamos a verlo de otra forma", prosigue.

Contra el acoso

El empoderamiento en estos cursos semanales pasa por entender su cuerpo y ser feliz con él, pero también por ganar confianza para vestirse o arreglarse respondiendo a criterios propios.

"Soy sujeto, no objeto", dice Meyer, quien cree, además, que "el machismo es un problema del hombre" y que "quienes tienen que lidiar con eso y cuestionar las masculinidades son los hombres".

El Brasil cotidiano, diferente de la tarjeta postal del exuberante carnaval, está plagado de feminicidios; uno cada siete horas, según una investigación del portal G1, del Grupo Globo.

Y trae historias como la de una adolescente que en enero fue acosada por un chofer de una aplicación durante un viaje. Denunciado, el hombre justificó el acoso grabado por la adolescente diciendo que ella vestía ropas cortas.

"Si alguien te acosa o te mira de una forma incómoda, no estás equivocada, tienes el derecho de vestirte, de moverte, de ir donde quieras", dice Meyer.

Sin medidas

Descalzas y con ropas cortas, las 'Maravilhosas' ensayan coreografías cargadas de sensualidad sin preocuparse por la celulitis, las medidas, las estrías o los estereotipos de belleza.

Fernanda Ferrao, de 30 años, es una de las primeras alumnas del estudio. Para ella, la clase marcó un antes y un después.

"Cambió la forma en que me veo en el espejo, mi punto de vista y la forma en que pago las cuentas", dice esta periodista de formación que incursionó en el mundo del modelaje y ahora es rostro de la más reciente campaña publicitaria de una famosa red de gimnasios.

"Tengo un trabajo que explota lo que no me gustaba de mí, mi imagen", dice Ferrao, que cuenta cómo la convivencia en las clases le inyectó autoestima y confianza. "Soy gorda, peso 100 kilos y aprendí que no necesitaba esperar a ser flaca para vivir mi vida", afirma mientras aumenta el volumen de sus cabellos crespos, otro cambio de su experiencia en la academia.

"Soy negra, pero cuando llegué aquí usaba el cabello liso, aquí decidí hacer la transición capilar", explica.

Su amiga Cintia Ramos, de 30 años, dio el mismo paso y ahora ve crecer sus mechas crespas. "Cuando llegué aquí no me gustaba mi cuerpo ni los rasgos que retrataban mi origen negro", comenta.

"Aquí construimos algo más, construimos un sentimiento", dice junto a Ferrao, que la complementa: "No se trata de pasar de una dictadura a otra, sino de decirte que puedes ser lo que tú quieras".

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