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BOMBARDEO

Por lo menos 29 soldados turcos murieron en Idlib, y Turquía tomó represalias

Por lo menos 29 soldados turcos murieron en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, después de un ataque aéreo el jueves atribuido a Damasco, al tiempo que el secretario general de la OTAN llamó a todas las partes a "desescalar" la situación.

Unos 36 soldados resultaron heridos y fueron trasladados a territorio para recibir tratamiento, dijo Rahmi Dogan, el gobernador de la provincia turca de Hatay, que se encuentra en la frontera con Siria.

Las grandes pérdidas se producen después de semanas de crecientes tensiones entre Turquía y Rusia, un firme aliado de Siria.

Turquía instó al gobierno sirio a alejarse de los puestos de observación turcos en Idlib, mientras que Moscú acusó a Ankara de ayudar a "terroristas" en territorio sirio.

En virtud de un acuerdo de 2018 con Rusia destinado a calmar la región de Idlib, Turquía tiene 12 puestos de observación en la zona, pero varios de ellos han sido atacados por tropas sirias.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convocó a toda prisa una reunión de emergencia en Ankara después del ataque en Idlib, a la que asistieron los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, así como el jefe de inteligencia y los comandantes militares.

El principal asesor de prensa de Erdogan, Fahrettin Altun, dijo que el ejército turco tomó represalias contra todas las posiciones conocidas de las tropas sirias por aire y tierra después del ataque aéreo.

En un comunicado, Altun pidió a la comunidad internacional que cumpla con sus responsabilidades para poner fin a la violencia en Idlib y los "crímenes de lesa humanidad" del gobierno sirio.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los "ataques indiscriminados" realizados por Siria y formuló un llamado a todas las partes a "desescalar" la situación.

Stoltenberg mantuvo una comunicación telefónica con la canciller turca, Mevlet Cavusoglu, en que ambos discutieron la situación en la región siria de Idlib.

El último ataque significa que 49 miembros del personal de seguridad turco ya murieron en Idlib este mes.

Parecía haber un acceso restringido a Twitter, Instagram y otras redes sociales en Turquía, luego de que usuarios informaron que no podían usar los sitios web.

Hubo una oleada de actividad diplomática mientras el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, habló por teléfono con el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O'Brien, informó la agencia estatal de noticias Anadolu sin dar detalles.

Una nueva ronda de conversaciones entre rusos y turcos para encontrar una solución a la crisis de Idlib terminó el jueves en Ankara, sin cualquier resultado concluyente.

- Oleada de desplazados -

Con el apoyo de la fuerza aérea rusa, Siria lanzó una ofensiva en diciembre para recuperar la última fortaleza rebelde y yihadista de Idlib.

Siria y Rusia aumentaron el ritmo de las operaciones en semanas recientes y se han apoderado de varias localidades en esta provincia fronteriza de Turquía.

Sin embargo, los grupos rebeldes, algunos de los cuales son apoyados por Turquía, contraatacaron y recuperaron la ciudad de Saraqeb el jueves, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Al tomar esa ciudad, los yihadistas y los rebeldes cortaron la autopista M5 que conecta la capital, Damasco, con Alepo, en el norte del país.

Los miembros occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU pidieron el jueves un "alto el fuego humanitario", una propuesta que se estrelló con el veto ruso.

Siete civiles, incluidos tres niños, murieron el jueves en bombardeos sirios y rusos en la provincia de Idlib, según el OSDH.

Desde diciembre, más de 400 civiles han muerto en los bombardeos, según el OSDH, y más de 948.000 personas, incluidos más de medio millón de niños, han sido desplazadas, de acuerdo con la ONU.

Turquía tiene un interés especial en la región de Idlib porque pretende evitar otra oleada de desplazados, porque el país ya recibió 3,6 de desplazados sirios en su territorio.

Como parte de un acuerdo firmado en 2016 en Bruselas, Turquía se ha comprometido a evitar el paso de migrantes por su territorio hacia Europa, en particular a través de Grecia.

Pero el jueves, el portavoz del partido presidencial del AKP, Omer Celik, dijo que Turquía "ya no era capaz de detener" a los inmigrantes que querían ir a Europa, y subrayó que la política de migración de Ankara no había "no cambiado".

Mientras tanto, en la ONU el desacuerdo sigue siendo total entre los países occidentales y Rusia.

"El desplazamiento de casi un millón de personas en solo tres meses, el asesinato de cientos de civiles, el sufrimiento diario de cientos de miles de niños deben detenerse", expresaron en un comunicado el viceprimer ministro belga, Alexander De Croo, y el jefe de la diplomacia alemana, Heiko Maas.

El embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que "la única solución a largo plazo es expulsar a los terroristas" de Siria.