EE.UU.

BERNIE SANDERS

Sanders bajo el fuego de sus rivales al inicio del debate demócrata en EEUU

Bernie Sanders, líder en la carrera por la candidatura presidencial demócrata, recibió este martes un aluvión de críticas de sus rivales al inicio de un debate en Carolina del Sur donde el domingo se celebran unas primarias consideradas clave.

El exvicepresidente Joe Biden, que en Carolina del Sur debe probar que sigue siendo un candidato viable, advirtió que el senador Sanders era blando en materia de control a la tenencia de armas, y el exalcalde Michael Bloomberg dijo que Rusia intenta ayudar a Sanders para que Trump sea reelegido.

"Vladimir Putin piensa que Donald Trump debería ser presidente de Estados Unidos y por eso es que Rusia lo está ayudando a ser elegido, para que pierda con él", dijo Bloomberg.

Elizabeth Warren lanzó un flotador a Sanders destacando que comparte con él la agenda progresista, afirmando que estas ideas "son populares", pero remarcó que tienen profundas diferencias sobre los detalles de sus respectivos programas.

Sanders defiende una reforma al sistema de salud para dar una cobertura universal, un alza del salario mínimo a 15 dólares y un mayor acceso a la educación universitaria.

"Yo me empapé en los detalles", dijo la senadora.

Sanders, de 78 años, permaneció al abrigo de las críticas que el último debate se centraron en Bloomberg, pero después de que acumuló dos victorias consecutivas en la primaria demócrata, en New Hampshire y en Nevada, salió al escenario sabiendo que estaba en el punto de mira.

"Estoy escuchando mi nombre bastante esta noche", afirmó riendo el senador, que ahora encabeza las encuestas a nivel nacional por más de diez puntos de diferencia. "¿Me preguntó por qué".

Sanders enfrenta una ola de críticas de sus rivales desde el domingo cuando fue consultado en el programa de TV "60 Minutos" sobre comentarios que hizo hace tres décadas sobre países como Cuba, en particular destacando que Fidel Castro había mejorado enormemente la educación.

"Nos oponemos mucho a la naturaleza autoritaria de Cuba, pero es injusto decir que todo es malo", señaló sobre la revolución liderada por Castro en 1959.

Aunque condenó el trato a "disidentes presos" en la isla, sus afirmaciones dispararon las críticas de los otros contendientes y de los legisladores demócratas en Florida, un bastión de los cubanos anticastristas y un estado bisagra clave para ganar la Casa Blanca.