EE.UU.

EEUU TRUMP

Confeti, lo único que ha faltado al final de un tedioso "impeachment"

"Podríamos lanzar un montón de confeti al final de la votación", bromeaba este miércoles una periodista en el Senado de EE.UU., aliviada por el final de la vorágine informativa a lo largo de semanas que ha supuesto el juicio político al presidente, Donald Trump.

El desenlace del "impeachment", que ha concluido con la absolución del mandatario de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, ha despertado reacciones contrapuestas entre los personajes de esta opereta, que ha estado 51 días en cartel, sin que su protagonista principal, Trump, hiciera ninguna aparición estelar.

ALEGRÍA FRENTE A CABEZAS GACHAS

Tras la votación, los rostros de la mayoría de los senadores republicanos mostraban la alegría de aquel que termina el trabajo sin haber sudado demasiado.

Mientras, las emociones de muchos demócratas parecían debatirse entre la resignación y el descontento: De hecho, la mayoría han abandonado raudos el hemiciclo antes de que lo hicieran los "fiscales" del "impeachment", que se marcharon con la cabeza gacha y la mirada perdida.

Antes del emocionante acto final, la jornada ha transcurrido larga y tediosa en el Capitolio, donde los senadores de ambas bancadas se han sucedido uno a uno para justificar el sentido de su voto.

Solo la intervención del republicano Mitt Romney recordó a los presentes que, a pesar de lo que podía parecer, la Cámara Alta iba a ser escenario de un hecho histórico: El senador por Utah anunciaba al filo de las 14.00 hora local (19.00 hora GMT) su decisión de votar a favor de la acusación de abuso de poder, convirtiéndose en el primer legislador en la historia del país en apoyar en un "impeachment" la destitución de un presidente de su mismo partido.

CABEZADAS EN EL PALCO DE INVITADOS

Minutos antes de la votación, los balcones que vigilan desde lo alto el hemiciclo del Senado se llenaban de curiosos y frikis de la política que casi consiguieron completar el aforo.

Sin embargo, no todo era emoción entre el respetable llegado el momento definitivo: en primera fila, un hombre daba cabezadas contra la barandilla intentando no dormirse, mientras los 100 senadores votaban uno a uno los cargos.

Un par de asientos a la izquierda, dos judíos ortodoxos ataviados con kipá observaban atentamente cómo la senadora y precandidata demócrata a la Presidencia Amy Klobuchar se comía las uñas a la espera de su turno.

El resultado esperado llegó, es decir, Trump fue absuelto gracias a la mayoría republicana de la cámara, y con él el final de la obra, que como todo espectáculo que se precie terminó con un sonoro aplauso al director.

APLAUSO AL "JUEZ"

El receptor de este reconocimiento fue el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, quien, debido a las reglas del juicio político, se ha visto obligado a dirigir la cámara en sustitución del vicepresidente del país, Mike Pence, durante el proceso.

Finalmente, Roberts se ha despedido del "impeachment" con un golpe de mazo y unas palabras para los presentes: "Espero que nos volvamos a ver en mejores circunstancias".

Entretanto, en la calle, decenas de personas se congregaron por la tarde junto al Capitolio para protestar contra la absolución de Trump.

La protesta no solo se limitó a Washington, sino que hubo otra Nueva York, donde alrededor de un centenar de personas se manifestaron bajo la lluvia en Columbus Circle.