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JUSTICIA

Claudio Bonadio, el mayor enemigo de Cristina Fernández en los tribunales

Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina. Archivo LD.

La muerte de Claudio Bonadio, uno de los jueces más mediáticos de Argentina, generó este martes un gran impacto en el país por haber sido quien dirigió algunas de las más sensibles causas del último cuarto de siglo, entre ellas la mayoría contra la exmandataria y actual vicepresidenta, Cristina Fernández.

A los 64 años, Bonadio, que estaba de vacaciones pero mantuvo hasta el final una intensa actividad profesional, falleció esta mañana en su casa de Buenos Aires a raíz de un tumor cerebral, según precisó la agencia estatal Télam citando a fuentes judiciales.

"Soy juzgada por un juez enemigo o por un no juez", expresó Cristina Fernández en uno de los tantos escritos que en los últimos cuatro años presentó ante el magistrado en los casos por presunta corrupción por los que la llamó a declarar.

EL PRIMER JUEZ EN CITAR A LA OTRORA PRESIDENTA

Bonadio fue, en febrero de 2016, el primero en citar a declarar a la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), apenas dos meses después de que dejara la Presidencia, por presuntas irregularidades en los contratos de futuros de dólar operados por el Banco Central durante su Gobierno.

Ya antes, en 2014, comenzó a investigarla por supuestas irregularidades en la gestión de Hotesur, una de sus sociedades.

Las críticas del entonces Gobierno al juez fueron arreciando de tal forma que en 2015 la jefa de Estado llegó a asegurar que no le tenía "miedo a ningún juez pistolero o mafioso", en alusión a Bonadio, que había sido desplazado del expediente de la empresa hotelera.

UNA CATARATA DE PROCESAMIENTOS

Fue con el triunfo y asunción del conservador Mauricio Macri (2015-2019) cuando el juez inició una catarata de acusaciones contra Fernández, de quien llegó a pedir en repetidas ocasiones su detención, que no se hizo efectiva por tener fueros como senadora desde 2017.

Al procesamiento por la causa del Banco Central se suma otro por presunto encubrimiento de los sospechosos iraníes del atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994.

También la acusó junto a sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, de asociación ilícita y lavado de activos por los negocios de Los Sauces, su otra empresa inmobiliaria, y en 2018 apuntó contra ella y diversos exfuncionarios de su Gobierno y poderosos empresarios de la obra pública en la conocida como "causa de los cuadernos".

Bonadio consideraba que la expresidenta y su fallecido esposo habían sido los jefes de una asociación ilícita para apoderarse de millonarios sobornos realizados presuntamente por esos empresarios.

De ese expediente se desprendieron otras acusaciones: entre ellas por irregularidades en la compra de gas y en el otorgamiento de subsidios a empresas de transporte; pero también por supuestamente utilizar los aviones presidenciales para enviar periódicos y muebles hasta sus casas del sur del país y hasta por tener en su poder documentos históricos.

"Dr. Bonadio, de usted no espero Justicia. Pero confío plenamente que cuando en la Argentina se restituya el Estado de Derecho, tan dramáticamente afectado hoy por la espuria y desvergonzada relación entre el Poder Político y el Poder Judicial, la Justicia que reclamo finalmente se proveerá", escribió la líder del peronismo kirchnerista en un escrito en 2017.

La exmandataria, sobre quien no pesa por el momento ninguna condena, reitera, aún hoy, tras casi dos meses acompañando a Alberto Fernández en el poder, que es víctima de una persecución impulsada por el Gobierno de Macri, a quien ambos ganaron en las urnas en octubre pasado.

UN POLÉMICO JUEZ "PERONISTA DESDE LOS 15 AÑOS"

Nacido en 1956 y licenciado en Derecho en 1988, Bonadio coqueteó con la política a principios de los 90, cuando fue asesor de Carlos Corach, entonces alto funcionario de la Presidencia y posteriormente ministro del Interior durante el Gobierno del peronista Carlos Menem (1989-1999).

En una entrevista de hace cuatro años con el diario Clarín, el juez se definió como "peronista desde los 15 años".

En 1993, el Senado aprobó su postulación para ser magistrado federal, y un año después se puso al frente del Juzgado Criminal y Correccional Federal 11, que ha encabezado durante 26 años.

Fue en 1996 cuando se destapó uno de los puntos más polémicos: el exministro de Economía Domingo Cavallo denunció la existencia de una servilleta supuestamente escrita por Corach donde este enumeraba los nombres de los jueces que "jugaban a favor del Gobierno" de Menem, entre ellos al parecer Bonadio.

Aunque se inició una investigación, Bonadio, que durante toda su carrera fue fuertemente cuestionado por algunas de sus decisiones y recibió varias denuncias en el Consejo de la Magistratura, resistió.

En esa época hasta el célebre Diego Armando Maradona puso en primera línea al juez, cuando en 1997 este ordenó levantar la suspensión que pesaba sobre el futbolista por un control antidopaje positivo.

En 2001, Bonadio mató a balazos con su arma a dos delincuentes que lo atacaron cuando conducía su automóvil particular junto a un amigo en las afueras de Buenos Aires.

En ese entonces, se destacaba por haber sido uno de los jueces que declaró inconstitucionales las leyes que una década antes libraron de persecución penal a los represores de la última dictadura (1976-1983).

Es así que en 2002 ordenó la detención de 41 exmilitares, entre ellos el expresidente de facto Leopoldo Galtieri, por secuestro, tortura y homicidio de una veintena de guerrilleros.

Tres años después, fue apartado de la primera causa que investigaba el encubrimiento por el atentado de la AMIA por "falta de imparcialidad" y en 2010, el fiscal Alberto Nisman -fallecido hace un lustro poco después de haber acusado a Fernández de encubrir a los iraníes a cambio de mejorar la relación comercial con el país persa- lo denunció por amenazas y espionaje ilegal.

También investigó una tragedia ferroviaria ocurrida en Buenos Aires en 2012 -que dejó 51 muertos- , por la que procesó a varios altos cargos del kirchnerismo, como el exministro de Planificación, Julio De Vido, que fueron posteriormente condenados tras un juicio oral.

"Bonadio cada vez más arbitrario, más ilegal... y ridículo", expresó Cristina Fernández en su libro "Sinceramente", publicado en 2019.

Sin embargo, el juez, que mantuvo siempre un perfil bajo en la prensa, se mostraba tajante.

"No hay cuestiones personales en esto. (...) Yo como magistrado de la nación lo que hago es respetar el valor probatorio de las pruebas", decía al ser consultado por esa supuesta inquina contra los Kirchner.