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Sopesan restricciones a fabricante israelí de software espía
Un tribunal israelí está sopesando pedidos de imponer restricciones a NSO Group, una compañía israelí fabricante de un programa de espionaje cibernético al parecer usado contra periodistas y disidentes en diversos lugares del mundo.
El caso se basa en un pedido de Amnistía Internacional de revocarle la licencia de exportación a la compañía fabricante del spyware, de tal manera que no le pueda vender el producto a otros gobiernos, particularmente a regímenes autoritarios que lo podrían usar para reprimir a sus poblaciones.
“Son los fabricantes de la peor arma cibernética que conocemos y no están siendo vigilados adecuadamente”, declaró Gil Naveh, portavoz de Amnistía Internacional en Israel. “Esa es la razón por la que creemos que su licencia debe ser revocada”.
NSO ha sido acusada de varios intentos de infiltración cibernética y el caso judicial es la reacción más reciente contra la empresa y su producto controversial. El año pasado Facebook la demandó en un tribunal federal estadounidense, acusándola de usar su programa de mensajes Whatsapp para espiar a unos 1.400 usuarios.
En 2018, Amnistía Internacional denunció que hackers intentaron infiltrar el smartphone de uno de esos empleados usando un mensaje en WhatsApp sobre una protesta frente a la embajada saudí en Washington.
Abundan sospechas además de que el programa fue usado en el escabroso asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, quien luego fue desmembrado en el consulado saudí en Estambul en 2018. Hay también denuncias de que fue usado para desprestigiar a activistas a favor de impuesto a las bebidas gaseosas en México y para infiltrar el teléfono de un disidente árabe, en un caso que llevó a Apple a actualizar su sistema operativo.
El año pasado, una investigación de AP halló que varios detractores de NSO fueron víctimas de operativos encubiertos para desprestigiarlos. La empresa negó haber estado involucrada.
El programa principal del NSO Group, llamado Pegasus, permite a un espía controlar a distancia un teléfono celular, controlando clandestinamente sus cámaras y micrófonos y copiando los datos personales y las ubicaciones geográficas grabadas allí.