ENFOQUE EEUU
Trump aprovecha nuevas manifestaciones en Irán, pero su objetivo está en duda
Con mensajes escritos en persa a través de la cuenta presidencial de Twitter y severas advertencias al régimen iraní, la administración Trump no solo ha cerrado filas detrás de los manifestantes iraníes sino que ha renovado la sospecha de que su objetivo real es un cambio de régimen en la república islámica.
Hace apenas una semana, multitudes salieron a despedir públicamente al general Qasem Soleimani, asesinado en un ataque con un dron estadounidense en Bagdad, y Teherán, en represalia por la muerte de su héroe, lanzó misiles a bases ocupadas por militares de Estados Unidos en Irak sin causar bajas.
La respuesta de Trump tuvo un inusual tono conciliador, buscando desescalar el conflicto con Irán al destacar que compartían intereses comunes, incluyendo la lucha contra el grupo Estados Islámico.
Pero todo cambió desde el sábado pasado, cuando Teherán admitió que derribó por error el avión de una línea aérea ucraniana, matando a las 176 personas que iban a bordo, lo que alentó una nueva oleada de protestas de iraníes que han tomado las calles de la capital en los últimos días, furiosos por las muertes y por la negativa inicial del régimen sobre su responsabilidad.
La tragedia ha "cambiado la marea contra el liderazgo iraní de nuevo", dijo Ali Váez, director del Proyecto Irán en el International Crisis Group, que promueve la resolución de conflictos.
"Y claro que el gobierno de Trump está tratando de agregar gasolina al fuego y aprovecharse de la situación", añadió.
Con Trump a la cabeza, Estados Unidos ha enviado dobles mensajes, expresando solidaridad con los manifestantes y advirtiendo al régimen no tomar medidas drásticas.
El presidente estadounidense, quien no se destaca precisamente por su manejo de los idiomas, ha llegado a enviar varios tuits en persa. Su hija Ivanka se jactó de que uno de esos mensajes era el tuit con más 'likes' escrito en persa en Twitter, plataforma que está restringida en Irán.
- "Arrojar luz" -
Funcionarios de Estados Unidos también han compartido imágenes de manifestantes que rompiendo imágenes de Soleimani o que se niegan a pisar la bandera de Estados Unidos.
Un alto funcionario de Estados Unidos dijo que su gobierno se quiere asegurar de que el régimen "sabe que lo estamos observando".
"Si podemos salvar una vida iraní de ser asesinada al arrojar luz sobre lo que su gobierno ha hecho en protestas del pasado, entonces pensamos que vale la pena", dijo el funcionario en condición de anonimato.
Irán reprimió duramente las protestas que estallaron por el aumento del precio del combustible en noviembre. Según Amnistía Internacional, más de 300 personas murieron, mientras que funcionario de Estados Unidos dijeron que la cifra de muertos podría superar los 1.500.
Irán ha estado bajo una fuerte presión económica, luego de que Trump se retiró en 2018 del acuerdo nuclear e impuso fuertes sanciones para combatir la influencia de Teherán.
Richard Goldberg, un exasesor de Trump sobre Irán que ahora está en la Fundación para la Defensa de las Democracias y que promueve una línea dura contra Teherán, dijo que la postura de Trump tras el desastre del avión no fue "una política de cambio del régimen, fue una política humana".
"El presidente Trump ha dejado claro que su política no es un cambio de régimen, sino que está con la gente iraní en sus aspiraciones de un gobierno normal que represente sus intereses", dijo.
"El tuit del presidente es un movimiento astuto, poniendo incluso más presión sobre el régimen en su momento más inestable", dijo.
- Hablando de cambio de régimen -
Pero el gobierno de Trump ha enviado mensajes mixtos sobre sus objetivos hacia Irán, que pasó de ser un aliado de Estados Unidos a un enemigo jurado tras la revolución islámica, hace 40 años.
John Bolton, quien fue hasta septiembre pasado asesor de seguridad nacional de Trump y está cerca de los iraníes de oposición exiliados, dijo en un tuit que "el cambio de régimen está en el aire" y pidió a Occidente rechazar cualquier negociación.
Trump contradijo a Robert O'Brien, sucesor de Bolton, quien igual que otros funcionarios de Estados Unidos dijo que el objetivo de las sanciones de Estados Unidos era un acuerdo diplomático.
"De hecho, me importa poco si ellos negocian. Dependerá totalmente de ellos, pero nada de armas nucleares ni de matar a los manifestantes", escribió Trump.
Mark Fitzpatrick, investigador asociado del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo que aunque no está claro cuán amenazado se haya sentido el régimen, sí está claro que Trump "busca aprovecharse de los pasos en falso de Teherán".
"Ganarse sus corazones y mentes sería más fácil si permitiera a los iraníes importar libremente suministros médicos y equipos de seguridad para aviones, y visitar Estados Unidos", escribió Fitzpatrick en el blog del centro de reflexión.
"En cambio, está haciendo lo contrario, la táctica habitual, aplicando más sanciones con la esperanza de que las dificultades económicas aviven los disturbios".