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CONFLICTO

Zarif denuncia que EE.UU. le ha denegado el visado para una reunión de la ONU

Archivo LD

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, denunció este martes que Estados Unidos le ha denegado el visado para asistir a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, en medio de la escalada de la tensión entre ambos países.

"Negarme un visado en violación del acuerdo de la sede de Naciones Unidas de 1947 palidece en comparación con la amenaza de (el secretario de Estado estadounidense, Mike) Pompeo de matar de hambre a los iraníes (crimen de lesa humanidad)", escribió Zarif en Twitter.

El rechazo del visado también es algo menor comparado -continuó- con las recientes amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de atacar el patrimonio cultural iraní, lo que es un crimen de guerra, o con el "terrorismo económico", en alusión a las sanciones impuesta contra Irán por EE.UU.

"¿Pero de qué tienen realmente miedo? ¿De la verdad?", preguntó el jefe de la diplomacia.

Zarif había solicitado un visado hace unas semanas para participar en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU programada para el 9 de enero.

La negativa de EE.UU. a emitir visados para participar en las reuniones de la ONU viola el acuerdo de la sede del organismo internacional de 1947, que obliga a permitir en estos casos el acceso de los diplomáticos extranjeros.

El pasado julio, el Ministerio de Exteriores de Irán ya denunció las limitaciones de movimiento impuestas por la Administración estadounidense a Zarif durante su estancia en Nueva York.

A finales de ese mes, el Gobierno estadounidense decidió sancionar al jefe de la diplomacia iraní por encargarse de implementar la "agenda imprudente" de la teocracia islámica en el mundo y ser "cómplice" de sus "actividades malignas" .

Después, con motivo de la Asamblea General de la ONU en septiembre, la delegación iraní estuvo a punto de cancelar su viaje debido a la tardanza en recibir los visados.

Este nuevo encontronazo diplomático coincide con la crisis desatada entre Teherán y Washington por el asesinato en un bombardeo estadounidense del general Qasem Soleimaní, que comandaba la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria.

Las autoridades iraníes han prometido vengar la muerte de Soleimaní, asegurando que responderán en el momento y el lugar que consideren adecuados.