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Renuncia ministro de Defensa de Colombia

El Ministro de la Defensa de Colombia, Guillermo Botero, anunció ayer su renuncia en medio deáfuertes críticas por la muerte de varios menores en una operación contra disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La noticia se dio a conocer a través de un comunicado difundido en Twitter. Según el documento, Botero dijo que su "deber" como Ministro de Defensa era "tener una lectura adecuada de la coyuntura política", y por ello tomó la decisión.

Botero tenía el puesto desde agosto de 2018, cuando el presidente Iván Duque asumió el poder.

En el comunicado defendió su postura de atacar el crecimiento de cultivos ilícitos --asegurando que "el enemigo de Colombia es el narcotráfico"-- y que durante su gestión se lograron erradicar más de 100 hectáreas de cultivos de coca. También destacó el "logro" de reducir "significativamente" los delitos que afectan a los colombianos. Sin embargo, en los últimos meses se han multiplicado las voces que denuncian un incremento en la violencia en el país.

Botero había estado bajo una presión cada vez mayor para renunciar luego de una escalada en la violencia contra líderes indígenas. Hace sólo una semana, cinco miembros de una guardia indígena de la zona del Cauca, en el suroeste colombiano, fueron asesinados en lo que el ejército describió como una masacre perpetrada por un frente guerrillero disidente.

Los legisladores sostuvieron un debate el martes en el Congreso pidiendo la expulsión de Botero del cargo y acusándolo de no informar al público que varios menores habían sido asesinados en una operación contra disidentes de las FARC.

Decenas de indígenas han sido asesinados en años recientes junto con líderes sociales tras la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC en 2016. Se cree que esto se debe a que los grupos armados y disidentes de la guerrilla se disputan el control de antiguos territorios rebeldes y las lucrativas rutas del trasiego de drogas.

A fines de agosto pasado, un grupo de exintegrantes de las FARC anunció que retomaba las armas alegando que el gobierno de Duque no garantizaba sus derechos políticos tras la firma de la paz. El bloque de rebeldes también aseguró que cientos de activistas izquierdistas y más de 150 exrebeldes habían sido asesinados.

En junio pasado, Botero encaró un procedimiento simbólico llamado "moción de censura", que fue impulsado por un grupo de legisladores opositores que buscaban forzar su sustitución alegando que no era apto para ejercer el cargo y una serie de supuestos hechos irregulares durante su gestión.

En el debate de aquel momento, casi dos decenas de diputados alegaron que Botero no podía defender la seguridad del país ni pudo aclarar temas de relevancia nacional que cobraron importancia en esos días. Aunque el grupo pedía la renuncia del ministro, éste no estaba obligado a hacerlo.

Uno de los asuntos más sensibles que se le achacaron en ese entonces fue la muerte del exguerrillero Dimar Torres, de las FARC. En su primera versión, Botero aseguró que Torres había perdido la vida durante un operativo regular, pero después se dijo que fue asesinado por uniformados y, según denuncias de The New York Times, hubo una directriz con supuestas presiones a comandantes para duplicar resultados en la fuerza pública.

El tema se relacionó con los "falsos positivos" o el asesinato de civiles inocentes, a quienes se les hizo pasar por guerrilleros muertos en combate.

Botero enfrentó el martesáuna nueva "moción de censura", convocada a raíz deáuna orden del ejército para duplicar el número de guerrilleros izquierdistas y criminales asesinados, capturados u obligados a rendirse en combate. La medida, ahora retirada, retrajo la preocupación de que podría conducir a un mayor riesgo de víctimas civiles.

En el apogeo del conflicto armado del país a mediados de la década de 2000 se culpó al ejército colombiano de hasta 5.000 ejecuciones extrajudiciales, ya que las tropas bajo presión de los principales comandantes aumentaron los recuentos de cuerpos, en algunos casos vistiendo a civiles como guerrilleros, a cambio de un pago extra y otros beneficios.

Lo que se conoció como el escándalo de los "falsos positivos" ha arrojado una sombra oscura sobre el historial de victorias en el campo de batalla del ejército respaldado por Estados Unidos. Quince años después, ni un solo comandante superior ha sido responsabilizado por los asesinatos.

Botero, de 71 años, fue empresario por muchos años y fundó la Federación Nacional de Comerciantes. Estudió leyes y aunque siempre ha estado en contacto con la empresa privada, se convirtió en ministro de Defensa por petición de Duque.

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