XINNING SONG
Bélgica prohíbe estancia a académico chino por temores de 'espionaje'
Un académico chino, que dirigía el Instituto Confucio de Bruselas, no podrá continuar en Bélgica ni en los otros 25 países del espacio de libre circulación europeo Schengen por una potencial amenaza a la seguridad nacional.
El politólogo Xinning Song estaba en el punto de mira de los servicios secretos belgas por amenazar la "seguridad nacional", aseguraron este miércoles a la AFP fuentes cercanas a las investigación.
Los diarios flamencos De Morgen y De Standaard, que avanzaron la información, evocan sospechas de "espionaje" para el gobierno chino, sin precisar qué se le reprocha a Song.
La VUB, universidad bruselense con la que el Instituto Confucio tiene un acuerdo desde 2016, rompió su contrato con el académico, explicó a la AFP un portavoz de esta universidad.
"El Instituto Confucio tendrá un nuevo director nombrado por China, con la que se establecerán acuerdos claros", aseguró Sicco Wittermans.
Más de 500 de estos centros de difusión de lengua y cultura chinas existen en el mundo, organismos comparables a la Alianza Francesa o el Instituto Cervantes.
Algunos de estos institutos ya han sido blanco de las críticas por hacer propaganda del régimen comunista chino en universidades extranjeras, especialmente en Australia y Estados Unidos. Pekín rechazó estas críticas.
La página web del centro en Bruselas, inaugurado en 2015, defiende su instalación en la capital europea como una herramienta para dirigirse a "funcionarios de la UE, diplomáticos y representantes de organismos internacionales".
Según la oficina de extranjería belga, Song se encontraba en situación regular en el país desde 2007, aunque no era residente permanente.
A principios de septiembre, se le rechazó una solicitud de visado "por motivos de orden público", precisó este organismo.
Esta terminología engloba cuestiones de injerencias y espionaje, que siguen de cerca los servicios secretos belgas, según fuentes consultadas por la AFP.
En el caso de Song, las sospechas implicaron que la prohibición de entrada se extienda al espacio Schengen -22 países de la Unión Europea, Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein-, una medida poco frecuente según estas fuentes.