EEUU propone a Ankara no usar los S-400 rusos y escapar así de las sanciones

Estados Unidos evitará aplicar nuevas sanciones económicas a Turquía si decide no activar sus misiles antiaéreos rusos S-400, dijo el viernes un diplomático estadounidense, mientras Ankara multiplica los gestos de desconfianza hacia la OTAN.

Pese al disgusto por la operación militar de Ankara contra los kurdos en el noreste de Siria, Washington teme que el aliado estratégico de la OTAN se mueva a la órbita de Rusia y por ello despliega sus esfuerzos diplomáticos para satisfacer al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dispuso el miércoles levantar las sanciones impuestas a tres ministros turcos después de la incursión militar en el norte de Siria, fuertemente criticada por los otros aliados.

Pero Turquía sigue bajo amenaza de sanciones adicionales por comprar el sistema de misiles S-400, considerado una de las joyas de la industria militar rusa, a pesar de la queja de Washington, que cree que estas armas no son compatibles con los dispositivos de la OTAN.

Una ley de 2017 exige que la administración estadounidense castigue a cualquier país que celebre contratos militares "importantes" con un oponente de Estados Unidos, incluida Rusia.

Para evitarlo, "todavía hay una manera de convencer a Turquía de que se aleje del S-400", dijo el funcionario del Departamento de Estado, bajo condición de anonimato. "Ya sea inhabilitándolo, devolviéndolo, destruyéndolo, lo que quieran", agregó.

"Probablemente hay algunas personas con sangre fría en Ankara" dispuesta a no activar esos misiles, dijo el diplomático estadounidense.

Turquía comenzó a recibir los S-400 en julio bajo un contrato estimado de 2.500 millones de dólares. Las autoridades turcas y rusas esperan que los primeros modelos se desplieguen en la primavera de 2020.

Rusia anunció el miércoles que está negociando la venta a Turquía de nuevos sistemas de misiles S-400.