POLÍTICA
Trudeau, a la ofensiva en su primer debate hacia las legislativas de Canadá
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aprovechó este miércoles su primer debate televisado con miras a las elecciones legislativas para ir al ataque contra su principal rival, el conservador Andrew Scheer, a solo tres semanas de los inciertos comicios.
Los candidatos discutieron en francés sobre laicismo, aborto, muerte asistida, despenalización de drogas, matrimonio gay, cambio climático y economía, entre otros.
Ambos buscaron captar votos en la crucial provincia de Quebec, donde están en juego una cuarta parte de los 338 escaños del parlamento.
En un cara a cara con Scheer, e intercambios con el líder del Nuevo Partido Demócrata (izquierda) Jagmeet Singh e Yves-Francois Blanchet del Bloc Quebecois (independentista), Trudeau defendió animadamente su primer mandato.
Scheer, quien se siente menos cómodo hablando en francés que en inglés, necesitaba mostrarles a los canadienses que está listo para ser primer ministro, pero evadió preguntas sobre sus puntos de vista personales sobre el aborto, y fue criticado por esperar que otras naciones estén a la vanguardia de las acciones climáticas, al tiempo que prometió revertir un impuesto liberal al carbono.
"Los conservadores están luchando con el hecho de que sus valores no se alinean con el progresismo de los canadienses", disparó Trudeau.
Problemas para el chico dorado
No obstante, el actual primer ministro, líder del partido Liberal, enfrentó críticas de Singh por haber nacionalizado el oleoducto Trans Mountain, que conecta las arenas bituminosas de Alberta con las costas del oeste de Canadá, para lamento de los ecologistas.
También recibió un golpe de Scheer, quien mencionó las faltas éticas de Trudeau, incluida su intromisión en el juicio al gigante de ingeniería SNC-Lavalin.
Scheer ha dicho que, en caso de ser elegido, iniciará una investigación judicial sobre el forcejeo de Trudeau con su fiscal general para que desestimara el caso contra la empresa, con el fin de salvar hasta 9.000 empleos.
El escándalo, revelado a principios de este año, empañó la imagen de chico dorado de Trudeau, a la vez que sumió a los liberales en un punto muerto en las encuestas previas a las elecciones del 21 de octubre.
El mandatario saliente también enfrentó una polémica el mes pasado al difundirse fotos y un video que lo mostraban, de joven, con el rostro pintado de negro (la tradicional "blackface", para muchos una burla a los negros) en varias fiestas privadas entre 1990 y 2001. Pero el tema no se mencionó en el debate.
Por su parte, Scheer ha luchado por cautivar a los canadienses en una campaña en la que ha debido defenderse de los ataques por su oposición al matrimonio gay en un discurso de 2005.
Contrarreloj
En una elección que se prevé muy cerrada, este debate era "importante, especialmente para el electorado francófono", estimó Daniel Béland, profesor de ciencias políticas de la Universidad McGill.
Otros dos intercambios están en agenda: el 7 de octubre (en inglés) y el 10 (en francés).
Mientras Trudeau se lució en los debates de 2015 que llevaron a una victoria holgada de los liberales, ahora recibe la mayor parte de las críticas de sus adversarios que lanzan dardos contra su gestión.
Los liberales actualmente dominan en Quebec pero el Bloc Quebecois, que promueve la independencia de esa provincia de Canadá y que se presumía enterrado tras alcanzar solo 10 escaños en 2015, registra una rápida escalada en los sondeos.
Luego de dos referendos fallidos en 1980 y 1995 para separarse de Canadá, el independentismo en Quebec es prácticamente una causa perdida hoy en día.
Pero el Bloc ha aprovechado un renovado nacionalismo quebequense para mejorar su posición, argumentando que está en mejor preparado para defender los intereses de la población francófona dentro de la federación.
Blanchet, exministro provincial y analista de televisión, también ha alineado las políticas de su partido con las del muy popular gobierno de Francois Legault en Quebec. Eso incluye restricciones a los símbolos y vestimentas religiosas, y otras sobre la política de inmigración.
Pero su reactivación podría llevar votos a la izquierda, especialmente en las zonas rurales de Quebec.