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América

MARTÍN VIZCARRA

Disolución del Congreso en Perú afianza el poder del presidente Vizcarra

El presidente peruano, Martín Vizcarra, habla al país. Foto AP.

Luis Jaime CISNEROS / Francisco JARA AFPPerú

El presidente peruano, Martín Vizcarra, se afianzó ayer martes en el poder tras disolver el Congreso, al conservar el control de todo el gobierno a pesar de que el Legislativo lo suspendió del cargo y juramentó como jefa de Estado interina a la vicepresidenta Mercedes Aráoz.

La crisis política no se tradujo en caos: la bolsa y el dólar se mantuvieron estables y todas las actividades se desarrollaban normalmente.

Aráoz, quien pasó el martes en su apartamento, declaró a la cadena CNN que si el Tribunal Constitucional valida la disolución del Congreso, acatará el fallo.

"Yo me someto al Tribunal Constitucional", dijo, aunque insistió en su oposición al adelanto de las elecciones generales un año, una iniciativa de Vizcarra rechazada por el Congreso dominado por la oposición fujimorista, con la que ahora ella se ha aliado.

La Organización de Estados Americanos (OEA) dijo que competía al Tribunal Constitucional de Perú pronunciarse sobre "la legalidad y legitimidad" de la disolución del Congreso. Además, consideró "constructivo" que Vizcarra convocara a comicios legislativos para el próximo 26 de enero.

Los líderes del disuelto Congreso evalúan presentar un recurso ante el Tribunal para que revoque la disolución, aunque desconfían de sus magistrados, dijo el jefe parlamentario Pedro Olaechea.

"Lo estamos evaluando porque hoy día sabemos que el Tribunal es adicto al gobierno", expresó Olaechea a corresponsales extranjeros.

Una disputa con el parlamento sobre la designación de magistrados del alto tribunal condujo a Vizcarra a disvolverlo.

Lima ha permanecido tranquila. Lo único inusual era la fuerte vigilancia policial en el Palacio de Gobierno y el Congreso, con más restricciones de ingreso que las habituales.

La Iglesia llamó a la calma y a "actuar de acuerdo al orden constitucional y democrático", pero la cúpula empresarial acusó a Vizcarra de perpetrar una "violación de la Constitución". Los líderes del Congreso también lo acusan de haber dado un "golpe de Estado".

Tras la disolución del Congreso, varias manifestaciones coloridas y bulliciosas se celebraron en todo el país en respaldo a Vizcarra. En cambio, nadie salió a las calles a apoyar al Congreso, cuya actuación es rechazada por casi el 90% de la ciudadanía, según sondeos.

- ¿Dos presidentes? -

Una disolución del Congreso no ocurría en Perú desde 1992, cuando el presidente Alberto Fujimori (1990-2000) dio lo que fue calificado como un "autogolpe" y asumió plenos poderes con apoyo de los militares. Ahora, en cambio, Vizcarra invocó la Constitución para dar este paso y no ha coartado libertades civiles ni copado otras instituciones.

Por su lado, el Jurado Nacional de Elecciones, que es autónomo, convalidó este martes la convocatoria a los comicios parlamentarios, en los que votarán 23 millones de ciudadanos mayores de 18 años.

Hasta los comicios funcionará la Comisión Permanente del Congreso, de 27 miembros, 18 de ellos fujimoristas. Ellos son ahora los únicos autorizados por la policía para ingresar al edificio legislativo, de acuerdo a la ley.

Los legisladores cesados no pueden postularse a la reelección y, de hecho, ya perdieron sus privilegios: el parlamentario Roberto Vieira no pudo abordar un vuelo a Estados Unidos este martes en el aeropuerto de Lima con su pasaporte oficial.

Vizcarra había advertido el domingo al Congreso que lo disolvería si le negaba el lunes un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados del Tribunal Constitucional, con lo que buscaba impedir que estuviera dominado por la oposición.

El Congreso hizo caso omiso y tras el decreto de disolución aprobó la suspensión temporal del presidente y designó en su lugar a Aráoz, quien se había distanciado del mandatario. Sin embargo, el gobierno ha seguido en manos de Vizcarra.

"En Perú no hay dilema de dos presidentes, hay un presidente que ejerce de hecho y derecho sus funciones, y ese es Martín Vizcarra", dijo a la AFP el jurista Diego García-Sayán, expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y excanciller peruano.

En las calles se puede percibir la popularidad de Vizcarra. "Nosotros queremos democracia, que se cierre el Congreso se respalda", dijo a la AFP la enfermera Sandra Luyo, de 45 años, en la plaza de armas de Lima.

Por su parte el abogado Ángel Sotomayor, de 60 años, manifestó su apoyo a Vizcarra y destacó que el Congreso estaba "dominado por un grupo político que su jefa está en la cárcel", en referencia a Keiko Fujimori, quien se halla en prisión preventiva.

Las Fuerzas Armadas y la Policía expresaron su lealtad a Vizcarra, quien también recibió el apoyo de numerosos gobernadores regionales y de la Asociación de Alcaldes.

Vizcarra debe su popularidad a su cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro presidentes anteriores quedaron bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.