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ESPAÑA

Flores y lamentos en la tumba de Franco

En la basílica donde está enterrado Francisco Franco, el aval del Tribunal Supremo a la exhumación del dictador llegó cuando los fieles salían de misa. "Espero que eso se arregle", confía el sacristán, ferozmente contrario al traslado del 'Caudillo'.

Como cada día, algunas decenas de devotos se acercaron a rezar hasta este monumental mausoleo levantado entre boscosas montañas (de la sierra del Guadarrama) a unos 50 kilómetros al noroeste de Madrid.

Y como cada día después del entierro de Franco, hace 44 años, su tumba situada a los pies del altar está decorada con flores "naturales", precisa un vigilante de seguridad.

Una hora antes de conocer la decisión judicial, el sacristán Julio Iglesias aún deseaba en voz alta "que dejen a los muertos en paz".

Pero después de la misa, el veredicto ya es público. La más alta instancia judicial desestimaba "en su totalidad" el recurso de los descendientes de Franco, decididos a impedir el traslado de sus restos a un lugar más discreto.

"La basílica es una iglesia consagrada y no pueden entrar aquí como una cuadrilla de camellos rompiéndolo todo", dice a la AFP este religioso, sacristán del templo desde 1981.

"Espero que eso se arregle", insistía, recordando que todavía hay tres recursos pendientes contra la medida del gobierno del partido socialdemócrata PSOE, entre ellos uno presentado por la comunidad benedictina que gestiona el recinto.

Adiós a Franco

"Esta decisión es de (tener) poca vergüenza", se indigna un elector de derecha de 56 años, Mariano Zafra. "He venido expresamente a despedirme de Franco por si se lo llevan", reconoce.

Fue el dictador quien ideó e hizo construir, con la participación forzosa de miles de presos políticos, este mausoleo coronado por una inmensa cruz de 150 metros de altura.

En su inauguración, hace 60 años, el 'Caudillo' recordó como una "cruzada de liberación" su levantamiento militar y la consecuente Guerra Civil (1936-1939) que tumbó a la República española.

"La anti-España fue vencida y derrotada, pero no está muerta", afirmó.

Ahora, los monjes presentan el mausoleo como un lugar de "reconciliación de España" y dicen rezar por todos los muertos del conflicto, pues Franco hizo trasladar en secreto al complejo los restos de 33.000 fallecidos de ambos bandos.

Los visitantes difícilmente pueden encontrar su emplazamiento, señalizado con la inscripción "Caídos por Dios y por España 1936-1939".

Están "detrás de las capillas laterales", "detrás de los muros", explica una guía señalando unas zonas inaccesibles para el público.

En cambio, el fundador del partido de inspiración fascista La Falange, ejecutado en 1936 por los republicanos, José Antonio Primo de Rivera, fue enterrado en "un lugar preferente" junto al altar por deseo del mismo Franco.

- Habitación con vistas a la cruz - En la Hospedería monástica de la Santa Cruz, situada en el complejo del Valle de los Caídos, Javier Gebrié y Aurea Buenosvinos, "conservadores" pero "no católicos", durmieron en una habitación con vistas a la enorme cruz.

Especialmente frecuentado los fines de semana, el hotel cuenta con 120 habitaciones monacales, donde una biblia espera al visitante.

En 2018, el Valle de los Caídos recibió 379.000 visitantes, un 33% más que el año anterior.

Informático de 48 años, Javier rechaza la exhumación de Franco, que considera una maniobra "electoralista" del PSOE.

Si bien admite que "claro que Franco fue un dictador", opina que las películas actuales "mienten" sobre la historia como si la república hubiera sido "idílica" y "solamente el bando nacional hubiera fusilado".

A sus 86 años, Mercedes Abril detesta este complejo que contiene los restos de sus padres. Jefe de estación de un pueblo de Aragón y militante socialista, fue fusilado en 1936 y lanzado a una fosa común.

Hasta decenas de años después, Mercedes no descubrió que sus restos fueron trasladados hasta el mausoleo.

"Sacar a Franco del Valle de los Caídos es lógico: no le corresponde estar allí. Él murió tranquilamente en su cama, no murió durante la Guerra Civil, a pesar de ser un criminal de guerra", afirma por teléfono desde Valladolid.

"Pero a mí lo que me interesa es que se saque a mi padre del Valle de los Caídos. No es un lugar de reconciliación en absoluto", asevera.

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