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NIÑO GABRIEL

Defensa de Ana Julia Quezada rechaza la teoría de que tuviera que limpiar la finca tras el crimen

La defensa de Ana Julia Quezada ha rechazado este viernes la posibilidad de que su patrocinada limpiara la finca de Rodalquilar en la que tuvo lugar el crimen del niño Gabriel Cruz durante el tiempo en el que permaneció allí, entre las 03:45 y las 05:04 horas, según el informe de antenas derivado de su teléfono, al considerar que dichas hipótesis "no están corroboradas ni probadas" más allá de que se encontrara únicamente "una gota" de sangre en una de las puertas de acceso a la vivienda.

En declaraciones a los periodistas tras su salida de la Audiencia Provincial de Almería, el letrado Esteban Hernández Thiel, ha insistido en que el informe sobre los movimientos y usos de su teléfono móvil "coincide con el relato que ella hizo", de forma que estuvo en la finca hasta que recibió una llamada del padre de Gabriel Cruz, en la que le requería ante la desaparición del menor.

"No hay nada de ADN, la fregona no se utilizó, el cubo no se utilizó", ha insistido la defensa, para quien durante el tiempo que media entre la muerte del menor y la salida de Quezada de la finca "se podría haber limpiado como podrían haber venido los extraterrestres".

Sin embargo, el letrado de la acusación particular, que mantiene que la acusada arrebató la vida a Gabriel con "premeditación", "alevosía" y "ensañamiento" ha incidido en que "no es muy común llevar en el coche" un "cubo de fregona", según se encontró en el registro del vehículo el día del arresto de la acusada. "Tuvo en todo momento intención de matar al niño y buscó un sitio apropiado", ha dicho antes de subrayar que "tres horas y 18 minutos es mucho tiempo" y da "para muchas cosas".

Cabe recordar que la defensa de Quezada mantiene su versión de que la muerte del niño se produjo de manera "accidental" mediante la asfixia del pequeño, toda vez que para la acusación particular, a raíz de sus propios informes médicos, media una agresión previa y continuada antes de la muerte que, en su caso, habría dado lugar a evidencias en el lugar de los hechos.