HURACANES ATLÁNTICO
Las olas de Dorian hacen felices a los surfistas en Miami Beach
Dorian tiene desoladas las calles del sur de Florida, pero en el paseo que bordea la playa de Miami Beach una multitud de surfistas carga sus tablas con los ojos puestos en el mar y una risita nerviosa fruto de la alegría que les causan las olas que preceden al huracán.
Es una jornada bastante inusual del Día del Trabajo, que tradicionalmente está copada por turistas que se reúnen en los bares playeros y en los de la turística avenida Lincoln Road, y por bañistas y familias en la playa.
Sin embargo, unas olas de hasta cuatro pies (1,20 metros) han atraído como un imán a cientos de surfistas de todo Florida al extremo sur de Miami Beach, conocido como South Point.
Aquí disfrutan del oleaje mientras los no surfistas sufren por la posibilidad de que Dorian enfile hacia el oeste tras arrasar parte de las Bahamas y toque tierra en algún punto de la costa floridana en lugar de seguir avanzando sobre el mar y en paralelo al litoral rumbo al norte.
"Todos hemos tenido un verano bastante plano y estamos emocionados de tener olas", dice a Efe Christian de la Iglesia, quien tiene desde hace once años una tienda de surf en Miami Beach.
"Comenzó la temporada de huracanes y entonces la de surf también. Se trata de olas de tres a cuatro pies (de un metro a un metro y 20 centímetros), no mucho más que eso", precisa Iglesias.
Sin embargo, esas olas han congregado a unos 300 de sus "amigos" surfistas que vienen de todas partes aprovechando la cercanía del potente ciclón Dorian, que está azotando duramente el norte del archipiélago de Bahamas desde este domingo y se acerca lenta pero peligrosamente a la costa de Estados Unidos.
A diferencia de la incertidumbre que vive la mayoría de los floridanos de la costa este del estado, que aún no descartan una posibilidad mínima de que Dorian, cuyos vientos han perdido fuerza y ya no son de categoría 5 de la escala Saffir-Simpson, sino de 4, golpee directamente al estado, en esta playa todo es diversión.
"Deberían subir un poco más (las olas). Ya veremos. Eso es todo lo que esperamos", manifestó de la Iglesia, quien pone sus esperanzas en Dorian, que llegó a tener vientos de hasta 185 millas por hora (295 km/h), lo que le sitúa como el segundo más poderoso en el Atlántico desde que se tiene registro.
"Miami no tiene tantas olas, cuando viene un huracán si es bueno. Está bien. Creo que se recuperará un poco", dice Johnny Encinas.
"No están mal (las olas), es bueno para South Beach que usualmente es plano", dice otro veterano de la tabla tras hacer una gran pirueta con las olas en el mar.
Señaló que aunque los ciclones siempre traen surfistas, esta vez hay muchos más porque vinieron del condado Palm Beach, al norte de Miami, e incluso de la ciudad de Orlando, en el centro.
Dorian se mantiene a unas 30 millas (50 km) al noreste de Freeport, principal ciudad de la isla de Gran Bahama, y a unas 110 millas (180 km) al este de West Palm Beach, que está situada a unos 115 kilómetros al norte de Miami.
Es justamente más allá del condado de Miami Dade, donde se prevé un mayor impacto de los vientos, las inundaciones y la marejada ciclónica a causa del huracán, que mantiene vientos máximos sostenidos de 155 millas por hora (250 km/h).
Y mientras el ciclón sigue prácticamente estático, pues avanza solo a una milla por hora (2 km/h), los surfistas han aprovechado desde la madrugada de este lunes las olas.
De la Iglesia pone sus esperanzas en esta noche o la madrugada del martes en olas más grandes.
"Podría ser realmente bueno o podría ir bastante plano. Esa es la parte divertida de Miami Beach y surfear aquí cuando las olas se ponen buenas", concluye de la Iglesia.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha exhortado a "no subestimar la fuerza" de Dorian, pero las autoridades no han prohibido expresamente la actividad surfística.
No obstante, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) advirtió del peligro que significa el ciclón para los bañistas y surfistas.
"Dorian trae consigo un elevado riesgo de que se produzca una corriente de resaca en muchas playas de la costa este. Eso significa que el surf es peligroso para todos los niveles de nadadores", matizó NOAA.
Dorian tocó tierra el domingo en uno de los cayos de las islas Abacos, pertenecientes al archipiélago de las Bahamas, con vientos máximos sostenidos de 185 millas por hora (295 kilómetros por hora) y ráfagas más fuertes.