PROTESTAN
Manifestantes anti-G7 toman las calles contra la cumbre
Miles opositores al G7 se manifestaron este sábado entre Hendaya y la localidad fronteriza española de Irún, a unos 30 kilómetros de Biarritz, ante el inicio de la cumbre del G7, que reúne a los líderes de los países más industrializados.
En un ambiente alegre y festivo, entre 15.000 personas, según los organizadores, y 9.000, según la policía, recorrieron los cuatro kilómetros que separan Hendaya de Irún.
"Jefes de Estado: ¡actuad ahora, la Amazonía está ardiendo!", rezaba una de las pancartas agitadas en la gigantesca protesta, en referencia a los devastadores incendios que asolan la selva amazónica.
Si el clima fuera una catedral, ya lo hubiéramos salvado", decía otro cartel, en referencia al fuego que en abril destruyó parcialmente Notre Dame de París, y para cuya reconstrucción se recolectaron cerca de más de 950 millones de dólares.
Aunque el gobierno francés desplegó a más de 13.000 agentes de policía, la presencia policial durante la manifestación resultó discreta, aparte de un helicóptero que sobrevolaba la protesta.
Los manifestantes ondearon numerosas banderas vascas (ikurriñas, de color rojo, verde y blanco) en una protesta que reúne a militantes anticapitalistas, altermundialistas, ecologistas y nacionalistas vascos, así como decenas de "chalecos amarillos".
"Es importante mostrar que la población se moviliza y que no está de acuerdo con el mundo que nos proponen", declaró Elise Dilet, una manifestante de 47 años, que milita en la asociación altermundialista vasca Bizi.
"Vine para defender la agricultura local. Lo que deseo es alimentar a aquellos que viven cerca de mí", afirmó Xavier Godmet, de 43 años, un ganadero productor de queso en Normandía.
Con las autoridades en alerta y Biarritz bajo férreo control policial, varios centenares de manifestantes lograron llegar al final del día en la vecina ciudad de Bayona, donde también se había desplegado un fuerte dispositivo de seguridad. En esa manifestación se produjeron algunos enfrentamientos leves con la policía, que usó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, constataron periodistas de la AFP.
- "Acabar con esta farsa" -
Pese a la presencia de Genevieve Legay, una de las figuras conocidas de los "chalecos amarillos", los militantes de este movimiento eran más bien minoritarios en la manifestación de Hendaya a Irún.
"Estamos hartos de ser gobernados por dirigentes que solo piensan en ellos mismos. Nos oponemos a la dictadura de Macron y de las élites mundiales, que solo quieren repartirse el poder y aplastar al pueblo", denunció Michel, de 56 años, un militante de los "chalecos amarillos" procedente de una localidad vecina.
Centenares de vascos españoles también participaron en la marcha, como Max, de 28 años, un bilbaíno que vino acompañado por cinco amigos.
"Tenemos una cultura de lucha y nos parece completamente lógico manifestarnos hoy. Hemos venido muchos para acabar con esta farsa", declaró Max, que llevaba una bandera vasca en la mano.
Los manifestantes también llevaban barcas de plástico para denunciar la muerte de miles de migrantes ahogados en el Mediterráneo.
El viernes por la noche se produjeron los primeros choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en Urruña, cerca del campamento donde se celebra la cumbre alternativa al G7.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a 17 personas y cuatro agentes resultaron levemente heridos. Los servicios de protección civil franceses también atendieron a siete manifestantes.
Según miembros de la organización de la contracumbre, 23 personas fueron atendidas por equipos de "street medics" (manifestantes que ofrecen asistencia médica), tras haber sufrido heridas leves por balas de goma.
Los organizadores aseguraron que estos incidentes no lastran "el éxito de la cumbre alternativa", que concluyó el viernes tras haber reunido a 5.000 personas, informaron Alternativa G7 y la plataforma vasca "G7 Ez" ("No al G7").