PARADA DOMINICANA
Dominicanos salen a la calle para celebrar con orgullo sus aportes a EEUU
Al ritmo del cadencioso merengue, grupos de baile y personajes del folclor, los dominicanos salieron a la calle este domingo en Nueva York para celebrar con orgullo su tradicional desfile y los aportes que han hecho a Estados Unidos.
¡Dominicanos! se escuchó varias veces a lo largo de la ruta del desfile obteniendo como respuesta una gran algarabía de los quisqueyanos, que agitaban sus banderas, que pintaron de azul, blanco y rojo la popular Sexta Avenida, por donde transcurre cada año este multitudinario evento.
Dominicanos de todas las edades, bandera en mano o que mostraban en sus prendas de vestir, se tomaron la avenida para celebrar además el 156 aniversario de la guerra de Restauración de la República, que se extendió del 16 de agosto de 1863 al 15 de julio de 1865, entre esta nación y España.
En marzo de 1861 el presidente Pedro Santana anexó su país a España convirtiéndolo en una provincia, debido a la grave crisis económica que afrontaban, producto de las guerras independentistas. Dos años después la situación no había mejorado, iniciándose en 1863 el movimiento que terminó con la restauración de la República.
Este año el desfile se realizó bajo el lema de "Nuestros jóvenes, nuestro futuro" y tuvo como madrina a la famosa cantautora dominicana Charytin Goico, conocida como la Rubia de América, una consentida del público latino, cuyo paso causó furor entre sus seguidores.
"Les amo", respondía desde la carroza a la demostración de cariño de sus compatriotas en Nueva York, el hogar de la mayor emigración dominicana, y la principal comunidad latina en la Gran Manzana al sobrepasar a los puertorriqueños.
"Esto es demasiado para mi corazón", dijo la Rubia de América a Efe en medio de gritos ensordecedores y que compartió este domingo con el padrino, el modisto dominicano Emilio Sosa, que diseña para musicales y que ha trabajado con estrellas como Celin Dion, Diana Ross, Spike Lee y Wynton Marsalis.
"Para mi es un orgullo (ser el padrino). Como siempre he dicho, nací en la República Dominicana y me crié aquí, pero la cultura siempre está en mi sangre", dijo a Efe previo a iniciar el desfile.
Señaló además estar complacido de ser un ejemplo para los jóvenes "de que sí se puede, que pueden soñar en grande porque Dios nos ha dado a todos el poder de seguir adelante", y aseguró estar "emocionado" al ver tanta bandera dominicana.
"En mi casa (en Nueva York) siempre teníamos una encima del televisor", recordó el diseñador.
Los dominicanos contaron este domingo con un soleado día de verano en un desfile en que no podían faltar los diablos cojuelos, esos personajes del carnaval dominicano, con sus vestuarios de brillantes colores, máscaras, y su hábil manejo del látigo, que en esta ocasión estuvieron representados por jóvenes que desfilaron al ritmo de música urbana.
La "Roba gallina", uno de los personajes más populares de los carnavales, caracterizada por la exageración de su busto y trasero, acompañó a los diablos cojuelos y deleitó al público con sus movimientos al ritmo de la música.
Los políticos tampoco faltan a los desfiles -los grandes ausentes fueron el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio- y entre ellos estuvo Adriano Espaillat, nacido en República Dominicana, el primero en llegar al Congreso de EE.UU, quien estrechó manos al ritmo de una tambora, un instrumento típico del merengue.
También hubo un tributo al cantante Joseíto Mateo, el "Rey del merengue" que murió el 1 de junio del 2018, a los 98 años.
Uno de sus emblemáticos merengues, "El negrito del batey", se escuchó con fuerza desde múltiples bocinas colocadas en una camioneta, seguida por un grupo de baile, en su mayoría niños, que se movían al ritmo del famoso tema.
Mateo recibió en el 2010 el Premio a la Excelencia Musical de los Grammy Latino por su trayectoria de más de 70 años en la música.
El cónsul Carlos Castillo destacó en declaraciones previas a Efe el avance de su comunidad en el renglón donde más se ha marcado su presencia en esta ciudad, el económico, como dueños de restaurantes, salones de belleza, barberías, supermercados, bodegas y compañías de taxis, aportan miles de millones a la ciudad.