TRAGEDIA

Un sabio indígena muere en Bolivia al caer 15 metros tras hacer ofrenda a la Madre Tierra

Un "yatiri" o sabio indígena murió al caer al menos 15 metros tras realizar una ofrenda a la "Pachamama" o Madre Tierra en uno de los lugares sagrados en La Paz conocidos como "apachetas", informó este sábado una fuente policial.

El suceso ocurrió el viernes en el sector de La Cumbre camino a Los Yungas, a unos 10 kilómetros de la ciudad de La Paz, uno de los sitios donde se acostumbra este mes a realizar varias ofrendas de agradecimiento a la Madre Tierra.

El subdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Cristian Saavedra, informó a los medios que el viernes realizaron el levantamiento de un cadáver de un hombre que se presume que se resbaló y cayó al menos 15 metros de profundidad.

Saavedra manifestó que continúan investigando las causas de la muerte del sabio indígena, pero que se presume que habría consumido bebidas alcohólicas.

En tanto, el cuerpo del "yatiri" fue trasladado a la morgue del Hospital de Clínicas en La Paz para hacerle la autopsia y conocer las causas de su muerte.

De la misma manera, el director de la Patrulla Caminera, Fernando Rojas, expresó que se reforzarán los controles en las rutas hacia las distintas "apachetas" o lugares sagrados donde se realizan estas ofrendas "para evitar accidentes por el consumo de bebidas alcohólicas".

Agosto es el mes dedicado a las ofrendas y rituales ancestrales para la Madre Tierra en Bolivia para agradecer los bienes logrados y pedirle prosperidad.

Este mes es el elegido para la ofrendas porque concluye la primera temporada agrícola en el mundo andino y, según las comunidades indígenas, en este tiempo la Madre Tierra "abre la boca" para alimentarse.

Las ofrendas consisten en "mesas" con dulces de distintas formas, hierbas medicinales, lanas de colores, hojas de coca y un feto de llama para pedir y agradecer la prosperidad a la Madre Tierra que después se ch'alla o bendice con alcohol para que luego todo se consuma en el fuego.

Estos rituales se vienen celebrando en Bolivia desde hace siglos en las comunidades indígenas, aunque con los años se han ido adaptando y en la actualidad se realizan también en las ciudades.

En las áreas rurales, los indígenas y campesinos acuden a los lugares más altos, conocidos como "apachetas", para hacer sus ofrendas de agradecimiento por la fertilidad de la tierra e iniciar un nuevo ciclo agrícola igualmente próspero.