El Caribe

ANÁLISIS

Puerto Rico y el chat: revolución pacífica o primavera puertorriqueña

Puerto Rico vive una de las convulsiones políticas y sociales más importantes de su historia reciente por la filtración de un chat de su gobernador y miembros del Ejecutivo causa de protestas multitudinarias, en las que algunos ven trazos de revolución o una versión caribeña de la Primavera Árabe.

La grave crisis institucional, camino de convertirse en el "verano puertorriqueño", amenaza la estabilidad política y economía de la isla, un territorio en el Caribe de poco más de 3 millones de habitantes parte de Estados Unidos como Estado Libre Asociado, estatus que le permite cierta autonomía política.

Cambio profundo, generalmente violento o levantamiento o sublevación popular, dos de las definiciones de la Real Academia Española para la palabra revolución, son situaciones vividas estos días por la sociedad puertorriqueña en un momento histórico.

Puerto Rico vive una inestabilidad que no se recuerda en su historia política reciente con una parte de su población determinada en hacer torcer el brazo al gobernador, Ricardo Rosselló, que aislado y sin ya el apoyo de su propia formación, el Partido Nuevo Progresista (PNP), no quiere escuchar los reclamos para que dé un paso atrás.

El origen de la crisis son la filtración del contenido de un chat que incluía al gobernador y sus colaboradores en el que se insulta y mofan de compañeros de partido, oposición, mujeres y miembros de la comunidad LGBT, además de preparar estrategias para atacar a todo aquel que no comulgara con sus ideas y las detenciones por presunta corrupción de algunos de sus funcionarios días antes.

La reacción en las calles ha sido rotunda desde que el sábado 13 de julio se filtrara el contenido del chat, con enfrentamientos entre la Policía y un grupo de los manifestantes en tres de las 10 protestas.

De ellas dos han sido masivas: la del miércoles 17 y la de este lunes.

Para el analista puertorriqueño Luis R. Davila-Colón, "estamos en el medio de una revolución".

"Para los que no aceptan, niegan y juraban que esto no podía pasar en Puerto Rico comprendan: Estamos en el medio de una revolución y las revoluciones son incontrolables y suelen tener vida y voluntad propia, con consecuencias no imaginadas. El peligro es que salgan un Robespierre y Jacobinos", escribió este lunes en su cuenta de Twitter.

En su columna este domingo, el periodista Benjamín Torres Gotay, recordaba que en "otros sitios, como en los países árabes, pasó en primavera. Se sabe de al menos un caso, Ucrania, que fue en invierno. A nosotros, nos tocó en verano. Pero, independientemente de la época, es lo mismo; estamos viendo una hermosa y largamente necesaria revolución pacífica, la primera de nuestra historia".

Los analistas apuntan que Rosselló, con esa estrategia, trata de enfriar el estado de ánimo, pero la calle parece determinada a forzar su salida.

Eduardo Villanueva, expresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, señaló a Efe que en la isla se ha prendido una mecha cuyas consecuencias son impredecibles.

Villanueva sostiene que Rosselló está aislado y se sostiene únicamente gracias al poder que le concede el Estado para reprimir policialmente a los manifestantes.

El jurista, uno de los tres responsables de un estudio del Colegio de Abogados para conocer la viabilidad del proceso para iniciar un juicio político al gobernador en el Legislativo que recoge la Constitución, matiza que en la negativa de Rosselló a dimitir puede pesar el que, si lo hiciera, se convertiría en el primer gobernador que renuncia al cargo o no termina su mandato, una losa demasiado pesada.

El analista político Luis Pabón dijo a Efe que Puerto Rico vive un auténtico asedio al gobernador y que dado que no parece que vaya a dimitir, la isla se enfrenta a un periodo en el que habrá un Gobierno inoperante hasta que la Cámara de Representantes inicie el juicio político.

Pabón considera que el gobernador está "totalmente enajenado de la realidad".

Martha Quiñones, profesora universitaria y antigua presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico, subraya a Efe que la situación que sufre la isla es la respuesta a una indignación de años que ha explotado con el asunto del chat.

La economista indica que la gente se siente "engañada" por parte del Gobierno y que las manifestaciones son la respuesta al hastío que siente parte de la población.

Quiñones apunta sobre la razón por la que Rosselló se aferra a mantenerse al frente del Ejecutivo el que el gobernador entiende que será mucho más sencillo defenderse de acusaciones de corrupción si lo hace desde una posición de poder.

A pesar de que el contenido del chat es de gravedad por los insultos, desprecios y tramas políticas que desvelan, la sociedad puertorriqueña suma a la conducta de su Ejecutivo años de sufrimiento por una crisis económica que comenzó en 2008, la suspensión de pagos de su deuda pública en 2015 y el huracán de septiembre de 2017.