Los egipcios se casan menos y se divorcian más
Los egipcios cada vez están menos dispuestos a casarse y son más los que tras dar el paso terminan divorciándose en los primeros años de matrimonio, una situación que ha hecho también crecer la preocupación de las autoridades políticas y religiosas.
Algunos apuntan a la intervención de las familias, a los problemas económicos o las diferencias personales como razones que explican el aumento de las separaciones, otros directamente reconocen que no saben la razón exacta del aumento.
Lo cierto es que los divorcios se han incrementado un 6,7 % y el número de matrimonios ha descendido un 2,8 % en el año 2018, según informó a principios de mes la Agencia Central de Movilización Pública y Estadísticas Egipcia (CAPMAS).
Esto supone un aumento de 211.000 disoluciones matrimoniales y una disminución de 26.000 bodas con respecto al año 2017, según CAPMAS, que añade que en 2013 la cifra total de divorcios era de 163.000 mientras que en 2018 llegó a 211.000.
La tasa más alta de divorcio está en las personas de entre 30 y 35 años de edad y el 47,3 % de las separaciones se producen durante los 5 primeros años de matrimonio.
El Centro Nacional para la Investigación Social y Criminal de Egipto presentó esta semana un estudio “El divorcio temprano es un fenómeno que perturba a la sociedad” apuntando a factores socioeconómicos como causas de la caída de los matrimonios.
En un país donde es habitual que el marido mantenga a la mujer, la forma en que se gasta y se gana el dinero dentro de la pareja puede pesar en la relación, según indicó a Efe Waleed Rashad, sociólogo del Centro Nacional de Investigación Social y Criminal egipcio.
Egipto es un país que permite el divorcio a la mujer desde el año 2000, aunque las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres a la hora de iniciar la separación. El asunto preocupa por igual a autoridades religiosas y gubernamentales.
La iglesia cristiana copta permite el divorcio sólo en el caso de adulterio y niega a los cristianos el derecho a un segundo matrimonio, aunque haya reconocido su divorcio.
“La iglesia, la mezquita y el gobierno debemos estar unidos para luchar contra el divorcio y mantener la unión familiar” cuenta a Efe el sacerdote de la iglesia ortodoxa copta egipcia, Philippos Issa.
En enero del año 2017 el presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi, planteó que los matrimonios solo se pudieran anular con un funcionario matrimonial para dar a los egipcios la oportunidad de recapacitar a la hora de tomar la decisión, aunque la autoridad suní Al Azhar, no dio el visto bueno a este plan.
Hay varias propuestas para tratar de responder al problema, entre ellas, lanzar una campaña de concienciación o dar cursos de formación prematrimonial a las parejas, según Rashad.
Además, el gobierno egipcio ha puesto en marcha "Mawadda" (afecto, en árabe), un proyecto en el que se darán lecciones en las universidades públicas para manejar conflictos dentro del matrimonio, desalentar la violencia doméstica y enseñar a administrar los recursos económicos del hogar.
El proyecto estará supervisado por el presidente Al Sisi.
Ramza Sedky, responsable del plan que recae en el Ministerio de Solidaridad reconoce a Efe que no saben las causas específicas que han provocado el incremento de los divorcios.
Sin embargo, no todos ven mal la tendencia.
En los últimos años han surgido en Egipto iniciativas de apoyo a las mujeres divorciadas, un ejemplo de ello es la Radio Motalakat, divorciadas, un medio dedicado desde hace casi diez años a emitir programación para divorciadas.
“Intentamos normalizar el divorcio en una sociedad muy conservadora como es la egipcia” afirma Sabre, la fundadora de la Radio Motalakat.