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Alex Acosta

La renuncia de secretario de Trabajo deja a Trump sin su único latino en el gabinete

Fotografía de Alex Acosta/ Crédito AFP

La dimisión de Alex Acosta, hijo de cubanos, como secretario de Trabajo del presidente estadounidense, Donald Trump, supone la salida del único hispano de su Gabinete y abre una importante vacante.

La dirección del Departamento de Trabajo supuso para Acosta, de 50 años, el gran hito en una exitosa carrera académica y profesional, y a la vez era una muestra del destacado peso de la comunidad hispana de Florida en la Administración de Trump.

"Fue un gran estudiante en Harvard. Es hispano, lo que admiro, porque quizá para él fue algo más complicado o quizá no (...) Sé una cosa, hizo un gran trabajo", afirmó el mandatario al lado de Acosta poco después de que este anunciara ayer su renuncia.

Curiosamente, su designación amplió la lista de hispanos a cargo del Departamento de Trabajo, ya que sus antecesores durante el Gobierno del presidente demócrata Barack Obama (2009-2017) también lo fueron.

La cartera de Trabajo estuvo dirigida por Thomas Pérez, de origen dominicano, entre 2013 y 2017, y por Hilda Solís, hija de inmigrantes de México y Nicaragua, entre 2009 y 2013.

Antes de su nominación en el cargo por Trump y su confirmación por el Senado, el hasta ahora secretario de Trabajo había sido decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Florida (FIU), con sede en Miami.

Durante su trayectoria, Acosta desempeñó diversos cargos tanto en el sector privado como en el Gobierno federal.

Licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Harvard, trabajó de la mano del juez del Tribunal Supremo de EE.UU. Samuel Alito, en la Corte de Apelaciones del Tercer Circuito, antes de vincularse a la firma legal Kirland & Ellis, en Washington, en la década de 1990.

Fue, posteriormente, integrante de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (2002-2003) durante la Presidencia del republicano George W. Bush (2001-2009), tras lo cual fue nombrado fiscal general adjunto para la división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, puesto desde el cual defendió los derechos de los estadounidenses de religión musulmana.

Entre 2005 y 2009, Acosta ocupó el puesto de fiscal federal para el Distrito Sur de Florida, el de mayor relieve de su carrera judicial, y entre otros casos de resonancia tuvo el del cabildero republicano Jack Abramoff por fraude.

Uno de los casos tratados durante esta etapa fue el motivo de su renuncia, el del magnate acusado de tráfico sexual de menores Jeffrey Epstein, quien alcanzó en 2008 un acuerdo extraoficial con una condena menor con la Fiscalía dirigida entonces por Acosta para que se cerrara la investigación, y que lo podía haber enfrentado a la cadena perpetua.

Con la llegada de Barack Obama al poder, renunció al cargo y asumió el de decano de la Facultad de Derecho de la FIU.

Además de su puesto en esa universidad, Acosta fue presidente del U.S. Century Bank, el mayor banco de la comunidad hispana de Florida.

Acosta fue reconocido como uno de los 50 hispanos más influyentes del país por el Hispanic Business Magazine en 2014.

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