Bolsonaro dice que designar a su hijo como embajador de EEUU no es nepotismo
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, afirmó ayer que la posible designación de su hijo Eduardo como embajador de Estados Unidos no se sería un acto de nepotismo.
"No es nepotismo, yo jamás haría eso", dijo Bolsonaro en una transmisión en directo en sus redes sociales.
El mandatario anunció la víspera que sopesa nombrar a Eduardo Bolsonaro, de 35 años, como embajador de Estados Unidos, país con el que ha estrechado lazos desde que asumió la presidencia de Brasil el pasado 1 de enero.
El ultraderechista dijo que anunciará su decisión al respecto "momento adecuado" y aseguró no estar preocupado con las críticas recibidas desde diversos sectores, como juristas, políticos y diplomáticos.
Bolsonaro reafirmó hoy que, si depende de él, solo hace falta que su hijo Eduardo acepte el nombramiento y la Cámara Alta lo apruebe.
"Estoy seguro de que Eduardo Bolsonaro es mucho mejor que yo. Su vivencia, su educación, su formación", destacó el jefe de Estado, quien recordó que su hijo domina el "inglés y el español" y ha visitado "varios países de Europa".
"Él conoce la familia de Donald Trump, tiene libertad con sus hijos, no es un aventurero. Incluso, acaba de casarse", completó.
Por su parte, Eduardo Bolsonaro dijo en declaraciones a la prensa que el canciller brasileño, Ernesto Araújo, con quien se reunió este viernes, "expresó apoyo" a su eventual nombramiento y consideró que los estadounidenses "verían con buenos ojos" la decisión.
"Yo tengo una vivencia por el mundo, ya hice intercambio, ya he freído hamburguesas allá en Estados Unidos", enfatizó Eduardo Bolsonaro, quien actualmente es diputado federal.
"Será un gran desafío, pero creo que lo tiene todo para salir bien", recalcó.
La representación de Brasil en Washington se encuentra sin embajador desde el pasado abril, cuando el diplomático Sergio Amaral, en el puesto desde 2016, fue transferido para una oficina en Sao Paulo.
En la ocasión, Bolsonaro apuntó que había solicitado el cambio de embajadores en una quincena de países debido a la "mala imagen" de Brasil en el extranjero y al hecho de que era presentado fuera del país "como dictador, racista y homofóbico" sin la respectiva "defensa" de los diplomáticos brasileños.