EEUU CENSO
Trump promete mantener activa la batalla por pregunta de ciudadanía en censo
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió este miércoles que seguirá "adelante" con sus planes de incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo de 2020 sobre la población de EE.UU., a pesar de que su Gobierno descartó este martes esa posibilidad debido a una decisión del Tribunal Supremo.
"Las informaciones de prensa sobre que el Departamento de Comercio se ha rendido en su intención de incluir la pregunta de ciudadanía en el censo son incorrectas, o para decirlo de otra manera ¡FALSAS!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
"Por supuesto que seguimos adelante, como debemos, por la importancia de la respuesta a esa pregunta", añadió.
El tuit de Trump generó confusión, porque este martes tanto el Departamento de Justicia como el de Comercio anunciaron que comenzarían a imprimir los formularios para el censo sin la pregunta sobre ciudadanía, después de que el Tribunal Supremo fallase la semana pasada en contra de la intención del Gobierno de incluirla.
Fuentes de la Casa Blanca indicaron a las cadenas ABC y Fox News que el presidente se refería con su tuit a que el Ejecutivo seguirá adelante con una batalla legal relacionada con el tema en sendas cortes de Nueva York y Maryland, a pesar de que los formularios del censo vayan a imprimirse sin esa cuestión.
En cualquier caso, el mensaje de Trump contradijo a su propio secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien afirmó este martes en un comunicado que la Oficina del Censo, que está bajo su supervisión, "ha empezado el proceso de imprimir los cuestionarios sin la pregunta".
También una abogada del Departamento de Justicia, Kate Bailey, confirmó que el Gobierno había "tomado la decisión de imprimir el cuestionario del censo de 2020 sin la pregunta sobre ciudadanía".
El Tribunal Supremo falló la semana pasada en contra de la incorporación de esa pregunta al formulario del censo por considerar que el Gobierno no dio una razón adecuada para agregarla.
Esa decisión irritó enormemente a Trump, quien preguntó a sus abogados si era posible retrasar la realización del censo, un sondeo de la población que se lleva a cabo cada diez años y que se desarrolló por última vez en 2010.
La Casa Blanca sostenía que la pregunta es fundamental para entender mejor la composición de la población, pero la oposición y diversas organizaciones temían que intimidara a los inmigrantes indocumentados y provocara una disminución de la participación en esa encuesta masiva a la población.
Del censo depende el reparto de fondos federales, el trazado de los distritos electorales para la Cámara de Representantes de EE.UU. y la representación del Colegio Electoral, el cuerpo de compromisarios encargado de elegir al presidente.
En las últimas semanas salió a la luz un informe de un estratega del partido Republicano ya fallecido, Thomas Hofeller, que recomendaba incluir en el censo esa pregunta para así poder rediseñar los distritos electorales de manera favorable a los intereses de la formación conservadora.