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Indígenas panameños esperan respuesta de Nike sobre zapatillas con su mola

Una mujer de la etnia Guna teje una mola, el 10 de junio de 2019, en la isla Gardi Sugdub, en la comarca de Guna Yala (Panamá). Foto AP.

El pueblo guna de Panamá se encuentra a la espera de que la multinacional Nike confirme la cancelación "definitiva" de unas zapatillas que tienen como estampado el icónico símbolo de esta etnia indígena, la mola, y cuyo lanzamiento fue suspendido temporalmente el mes pasado.

"Gracias a las redes (sociales) y a la solidaridad internacional, se pudo parar el lanzamiento de las zapatilla previsto para junio, pero no sabemos qué ha pasado con las zapatillas fabricadas, si las están regalando o si están en un depósito", afirmó este viernes a Efe Atencio López, abogado del Congreso General Guna.

"Si Nike no las retira definitivamente y si no confirma qué va a hacer con ellas, tenemos que negociar (una compensación por usar la mola) o ir a los tribunales", advirtió.

Los gunas denunciaron en mayo pasado que la compañía estadounidense tenía previsto lanzar sin su consentimiento el pasado 6 de junio una edición especial de zapatillas deportivas "Air Force 1 Low" dedicadas a Puerto Rico con un estampado muy similar a la mola.

La mola, que aspira a ser incluida en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, es la máxima expresión artística del pueblo guna, que es oriundo de un archipiélago del Caribe y es una de las siete etnias indígenas que existen en Panamá.

Se trata de un textil de llamativos colores y dibujos geométricos y figurativos, que se usa en prendas de vestir, cuadros u objetos de adorno y que está registrada legalmente en Panamá.

"A nivel internacional no existe un convenio sobre la propiedad intelectual de los diseños indígenas y las grandes marcas famosas se piensan que están en un limbo y tratan de apropiárselos, pero bien que ellas ponen restricciones para que nadie piratee sus diseños", denunció López.

El abogado aseguró que las grandes firmas usaron durante años su "fortaleza" para silenciar las denuncias de plagio, pero los pueblos indígenas "se han cansado y están reclamando lo suyo".

Prueba de ello, agregó, es el contencioso que también mantiene México con la marca de alta costura Carolina Herrera por el uso no autorizado de unos bordados típicos de varios pueblos indígenas de los estados mexicanos de Hidalgo y Oaxaca.

"Todos (los pueblos indígenas) estamos pidiendo lo mismo, que nos respeten", concluyó.